Selfies con Hitler, la nueva polémica en Indonesia
En la era de las redes sociales muchos museos se han convertido en auténticos templos del selfie, en los cuales el visitante busca más el "yo estuve allí" que disfrutar realmente de la exposición. La última polémica sobre la popular práctica lo protagonizó el Museo de Escultura de ARCA, en la ciudad indonesia de Yogjakarta. El museo se ha visto presionado por la opinión pública a eliminar una figura de cera histórica de su colección de estatuas de celebridades listas para la selfie: la de Adolf Hitler.
La estatua era de cera a tamaño natural y tenía un photocall detrás que reproducía la celebérrima puerta de entrada al campo de concentración de Auschwitz. La imagen era la más fotografiada de la colección; contaba con un número incontable de selfies en Facebook, Twitter e Instagram, los cuales contenían el infame letrero sobre la puerta principal del campamento: "Arbeit Macht Frei" ("el trabajo te libera").
Pero su eliminación tornó en crítica internacional en positivo. Fueron precisamente Grupos de Derechos Humanos así como organizaciones judías los que alzaron la voz contra la ocurrencia, que tildaron de "repugnante", después de contemplar cómo las redes sociales se llenaban de sonrientes visitantes, muchos de ellos niños, posando junto al dictador alemán. Los más osados, incluso, hacían el saludo nazi para la cámara. Tal ha sido el revuelo que se ha armado que el museo ha tenido que retirar la estatua este fin de semana.
Según los críticos, las imágenes que inundaron las redes sociales fueron un insulto a los 6 millones de judíos que murieron en los campos de exterminio de Hitler.
La decisión se tomó, según ha declarado el administrador del museo, Jamie Misbah, cuando recibieron una petición directa del Centro Simon Wiesenthal, la mayor institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto.
"No queremos generar indignación", afirmaba Misbah, "nuestro propósito era únicamente educativo". Aunque al mismo tiempo reconoce que le parecía "normal" que los visitantes se fotografiasen en las instalaciones, el responsable del museo ha comprendido la gran indignación internacional.
La estatua de Hitler era considerada como entretenimiento justo, algo que molestaba siempre a historiadores y activistas. Algunos incluso se preocupan de que el hecho de intentar distanciar a las figuras históricas de sus atrocidades, convirtiéndolos esencialmente en caricaturas y personajes de dibujos animados, sea el primer paso para repetir los errores del pasado.
La estatua de Hitler es una de las 80 figuras de cera de líderes del mundo y celebridades expuestas en el museo, pero los problemas de Indonesia con la memoria histórica del nazismo no son nuevos. Los historiadores realizan fuertes críticas a la falta de educación y de sensibilización en Indonesia sobre el holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial. El país asiático tiene una población mayoritariamente musulmana y una pequeña comunidad judía.
