Somos cada vez más resistentes a los antibióticos
Sabemos que aunque la ciencia médica ha avanzado muchísimo, cada día se le presentan mayores retos por delante. Por ejemplo, en este mes se celebra en todo el mundo la Semana de Concienciación sobre los Antibióticos, para alertar sobre los riesgos del uso indebido y descontrolado de fármacos antimicrobianos, que podrían llevar a una resistencia y por tanto, una dificultad en el tratamiento de las enfermedades El lema de la campaña impulsada, liderada por las Organización Mundial de la Salud (OMS), la de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y también la de Sanidad Animal (OIE), reza “pida asesoramiento a un profesional sanitario calificado antes de tomar antibióticos”.
Este tipo de acciones intentan concienciar sobre cómo la resistencia a los antibióticos constituye hoy una de las mayores amenazas para la salud humana y animal e igualmente, uno de los retos más complejos para la seguridad alimentaria y el desarrollo, pues el problema se encentra en que muchos avances terapéuticos, tanto de uso humano como veterinario, pudieran perderse por la resistencia a los antimicrobianos y con ella, además, esas enfermedades infecciosas hasta ahora tratadas con esos fármacos serían incontrolables y virulentas nuevamente.
Este llamado de alerta lo realzó la OMS cuando los datos de varios estudios determinaron el crecimiento de gérmenes resistentes a los antimicrobianos en todo el mundo y por ello significó que muchas infecciones comunes dejarán de tener cura y podrán volver a matar, algunas sumamente conocidas y peligrosas. La inefectividad de los antimicrobianos, aclaró, es un fenómeno natural, pero el uso indebido y descontrolado de ellos acelera el proceso y cada vez son más las infecciones de tipo ususal, como neumonía, la tuberculosis o la gonorrea, cuyo tratamiento se vuelve más complicado por la pérdida de eficacia de esos medicamentos.
También habría que tener en cuenta que el costo económico y humano que acarrea el hecho de una mayor resistencia a los antibióticos es elevado pues incluso una respuesta demorada a un tratamiento prolonga las estancias hospitalarias, aumenta los gastos médicos e incluso puede incrementar la mortalidad.
Debido a este amplio y desarrollado fenómeno, en la Asamblea General de la ONU en sptiembre del año anterior, los Jefes de Estado y de gobierno se comprometieron a compartir mediante campañas, de forma amplia y coordinada, las causas d esta resistencia en diferentes sectores. De hecho, en la reunión de alto nivel de la ONU trascendió que este problema es una amenaza sin precedentes para la salud públic, pues de no controlarse, podría revertir un siglo de progreso y desarrollo en la medicina moderna y provocar la muerte de millones de personas en todo el orbe.
Por ello la respuesta al objetivo de la estrategia global planteada por la OMS es la campaña “Antibióticos: manéjalos con cuidado”, llevada a cabo en ocasión de la primera semana dedicada a este tema.
No obstane, cada año, la FAO, la OMS y la OIE unen sus esfuerzos y conocimientos en la alianza sobre la estrategia Una sola salud, pactada en 2010, para la distribución de responsabilidades y la coordinación de acciones globales, con los objetivos de evaluar y enfrentar los riesgos sanitarios a los que están expuestos los seres humanos, los animales y el medioambiente. Mediante eventos, conferencias, talleres y conversatorios en centros de trabajo, escuelas y universidades se busca promover las mejores prácticas que disminuyean la aparición y propagación de microbios resistentes a los antibióticos, pues para 2050, piensan los expertos, este fenómeno pudiera cobrar la vida de hasta 10 millones de personas.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, refiere que la resistencia a los antibióticos es una crisis mundial y debido a ello llamó a intensificarel desarrollo de acciones coordinadas y fuertes, para evitar al retorno a épocas en que las personas morían por infecciones comunes y arriesgaban sus vidas por en cirugía menor.
Por otro lado, José Graziano da Silva, director general de la FAO, explica que los medicamentos veterinarios antimicrobianos son una herramienta crucial para la salud humana, adjudicada al bienestar animal y la producción segura de alimentos, pero no es la única opción.
También, la directora general de la OIE, Monique Eloit, dice en que la medicina veterinaria progresó grandemente gracias a los antibióticos, por lo que preservar su eficacia y disponibilidad, mediante un uso responsable, y buenas prácticas de conservación y cría es clave para la salud y el bienestar animal.
Los expertos coinciden en que sin antibióticos diversos tratamientos serían imposibles y las muertes por infección, sobre todo en los países desarrollados, podrían retornar a niveles de principios del siglo XX, con perjuicios cada vez mayores en las naciones en desarrollo, fundamentalmente para las personas más vulnerables y desfavorecidas.
