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martes, 26 de diciembre de 2017

Un espectáculo masivo

Por Nilyam

A pesar de su expansión económica y ser actualmente una de las potencias del mundo moderno, todavía en la sociedad china persisten rasgos que pudieran calificarse de feudales. Y estamos hablando de las ejecuciones públicas que tienen lugar en el gigante asiático, ante miles de personas, de quienes han sido acusados de determinados delitos, sobre todo vinculados al narcotráfico.

Hace pocos días las autoridades chinas efectuaron una ejecución de unas 10 personas en la provincia de Cantón, un territorio ubicadoal sur de la nación. Primeramente estos ciudadanos fueron procesados en juicios públicos, donde fueron acusados de narcotráfico y, por ese motivo, sentenciados a muerte. Una condena que, según medios estatales, fue cumplida inmediatamente por los agentes encargados del orden. El periódico oficial Global Times detalla que en realidad eran 12 los acusados por varias causas: venta de drogas ilegales, asesinato y robo. Los individuos fueron juzgados por dos tribunales populares ante miles de espectadores en el estadio de Donghai, en la ciudad cantonesa de Lufeng. De los 12 procesados, diez fueron los que sentenciaron a muerte.

El sitio chino Beijing News publicó algunos vídeos en su cuenta oficial de Weibo, el similar chino de la red social Twitter, en donde se observa a los sentenciados entrar en el estadio de Donghai, a donde fueron trasladados en un pequeño camión policial, rodeados por varios agentes armados. Este hecho demuestra la vigencia de una práctica que era mucho más habitual en la China de los años noventa, la de realizar ejecuciones públicas en estadios del país, y que muchos consideraban totalmente abandonada. Por eso se han encendido las alarmas en la comunidad internacional, por una práctica que los activistas por los derechos humanos califican de bárbara e incivilizada, que no da otra oportunidad a quienes cometen tales delitos y pueden lograr una reinserción social adecuada tras el cumplimiento de la condena en cárcel.

Sin embargo, del otro lado, las autoridades chinas defienden la pena de muerte para quienes, por ejemplo, se ven involucrados en el delito del narcotráfico a gran escala, pues la ven como una vía ejemplarizante de demostrar al pueblo chino la mano dura del Gobierno contra las venta y consumo de drogas. Incluso, varios ciudadanos extranjeros han sido ejecutados por la Justicia del gigante asiático luego de ser detenidos por posesión de estupefacientes. Cantón es una de las provincias donde con más frecuencia se dan este tipo de hechos porque constituye uno de los principales focos de la campaña antidroga del Gobierno, al ser una zona de tránsito habitual de alijos y tráfico de sustancias. Hace tan solo seis meses, ocho personas corrieron igual suerte por incurrir en el mismo delito, mientras en 2015 les ocurrió a 13 ciudadanos. Prácticas feudales que persisten en una sociedad que desea transitar por el camino de la modernidad.