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domingo, 24 de diciembre de 2017

Vitamina K para proteger el corazón

Por EvelynR

Las vitaminas son compuestos heterogéneos imprescindibles para la vida, pues al ingerirlos de manera equilibrada y en dosis esenciales impulsan el correcto funcionamiento fisiológico del organismo. La mayoría de las vitaminas esenciales no pueden ser elaboradas por el propio organismo, de ahí que este deba obtenerlas a través de la ingesta equilibrada de aquellas contenidas en los alimentos naturales. Las vitaminas en general son nutrientes que, de conjunto con otros elementos nutricionales, actúan directa e indirectamente como catalizadoras (incrementan la velocidad) de todos los procesos fisiológicos. Las necesidades mínimas diarias de vitaminas no son muy altas, se necesitan solo dosis de miligramos o microgramos que estén contenidas en grandes cantidades de alimentos naturales. La deficiencia y el exceso de vitaminas corporales pueden provocar enfermedades que incluyen la pelagra o la demencia e incluso la muerte.

Quizás una poco conocida de estas es la vitamina K, llamada también fitomenadiona o vitamina antihemorrágica. Son vitaminas principalmente requeridas en los procesos de coagulación de la sangre y también sirve para generar glóbulos rojos. La vitamina K fue descubierta por el danés Henrik Dam en 1935, cuando intentaba curar unos pollos que morían en poco tiempo de una enfermedad hemorrágica grave. Fue ahí cuando se descubrió que esta vitamina es fundamental para la coagulación.

Esta se puede obtener fundamentalmente de verduras de hoja verde. Y de acuerdo con una reciente investigación, no consumirlas podría tener un precio en la salud cardiaca de los adolescentes.

El estudio fue realizado por investigadores del Colegio de Medicina de Georgia de la Universidad de Augusta, en Estados Unidos. Para el estudio, los especialistas pidieron a 766 adolescentes sanos de entre 14 a 18 años de edad, que usaran un monitor de actividad por 7 días y que registraran lo que comían. La mayoría de estos registraron su dieta por al menos 6 días. Los adolescentes también se realizaron una ecocardiografía para examinar su ventrículo izquierdo.

De acuerdo con los resultados del estudio, los adolescentes que comieron menos cantidad de alimentos ricos en vitamina K, tales como espinacas, col, lechuga iceberg y aceite de oliva, dieron como efecto el triple de riesgo de sufrir un agrandamiento de la cámara de bombeo izquierda del corazón, comparado con aquellos que comieron esas verduras.

En ese sentido, de acuerdo con lo señalado por los autores del estudio, los cambios que se producen en la cámara de bombeo izquierda del corazón, habitualmente se observan en los adultos con hipertensión crónica y, los corazones que incrementan su tamaño son menos eficientes y menos efectivos.

Según el autor del estudio, el Dr. Norman Pollock, los adolescentes que consumieron menos vitamina K tenían más riesgos. En lo relativo a los datos, los investigadores encontraron que solo el 25 por ciento de los que participaron en el estudio tenían una adecuada ingesta de vitamina K. Y en general, el 10 por ciento de los adolescentes poseían algún nivel de agrandamiento de su ventrículo cardiaco izquierdo.

Tomando en cuenta estos resultados, Mary Ellen Fain, la primera coautora del estudio y estudiante de segundo año en el colegio de medicina, expresó que incluso a esa edad, la ingesta de vitamina K pareció marcar una diferencia para el corazón de los adolescentes.

Aunque el estudio no establece una relación causal directa Fain indicó que los resultados se mantuvieron luego de tener en cuenta otros factores contribuyentes posibles, como fueron el sexo, la raza, la actividad física y la presión arterial. Es por esto que los investigadores aclararon que se necesitan más estudios para valorar la asociación entre la ingesta de vitamina K y la salud cardiaca a largo plazo.

La vitamina K es fundamental para la coagulación de la sangre y la salud ósea, además de que podría mejorar la actividad de la proteína Gla de la matriz (MGP), que es útil para prevenir que se formen depósitos de calcio en los vasos sanguíneos.