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sábado, 13 de enero de 2018

Las sábanas, un centro de hongos

Por Diana Santos

Una persona pasa un tercio de su vida durmiendo, y en esas varias décadas de cama deja aproximadamente 98.4 litros de sudor entre las sábanas. Es por ello que el sagrado rincón de sueño, constituye también un hervidero de hongos y bacterias, que de abandonarse, puede ser altamente perjudiciales para nuestra salud.

Pero, a quién se le ocurriría, todos sabemos que debemos lavar adecuadamente nuestras sábanas cada determinado tiempo…pero ¿sabemos cuánto tiempo debe transcurrir entre un “lavadorazo” y otro?

El microbiólogo Philip Tierno, de la Universidad de Nueva York, afirma que si dejamos pasar mucho tiempo sin lavar las sábanas y almohadas, la vida microscópica dentro de nuestra cama puede crecer al punto de llegar a enfermarnos. Tanto que se cree que una persona con su sudor durante la noche, puede contribuir a la creación de un ambiente rodeado de hongos, mientras que una almohada con más de un año de uso puede alojar hasta diecisiete tipos de bacterias diferentes.

Tierno junto a otros investigadores presentaron en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, resultados que comprueban que más del 90% de los hogares estadounidenses tienen al menos tres alérgenos detectables en sus camas. Cuando estos microorganismos se ocultan en lugares que tengan contacto con nuestra boca o nariz, pueden desencadenar olfateos y los estornudos, en ocasiones imparables, independientemente de que se tenga una alergia.

"Si usted no tiene alergias per se, puede llegar a tenerlas si no existe la higiene adecuada”, expresó el autor al Business Insider.

Y sí, con esos 26 galones de sudor que liberamos diariamente en nuestras sábanas creamos el ambiente ideal para que estos microbios puedan sobrevivir; los mantenemos calientes y húmedos simplemente durmiendo en ellos.

“Llevas contigo a la cama esporas de hongos, bacterias, caspa de animales, polen, tierra, pelusas, agentes finales de lo que sea que están hechas las sábanas, material colorante y todo tipo de excrementos del cuerpo, incluyendo sudor, esputo, excreciones vaginales y anales, orina, células de la piel”, afirmo al Tech Insider el microbiólogo.

La solución al problema según Tierno, es lavar las sábanas al menos un par de veces por semana con agua considerablemente caliente, preferiblemente utilizando lejía o cualquier producto químico que contribuya a la desinfección. Y sin dudas pensar dos veces antes de revolcarnos en una sábana ajena, nadie querrá llevar en su cuerpo bacterias y hongos ajenos.