Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 6 de enero de 2018

Los camarones pistola, todo un arma de la naturaleza

Por LisyFa

Los científicos han descubierto cómo los Alpheidae, también conocidos como camarón pistola, son capaces de cerrar sus garras tan rápidamente que pueden crear ondas de choque que aturden a su presa. Los camarones de pistola solo pueden medir alrededor de 3-5.5 centímetros (1.2-2.1 pulgadas) de largo, pero sus garras tienen un poderoso golpe. Capaces de disparar chorros de agua a velocidades de 30 metros (100 pies) por segundo que pueden inmovilizar presas, producen sonido a 200 decibelios, que es más fuerte que un disparo de rifle calibre 22.

Ahora, en un documento en Current Biology, los investigadores explicaron cómo sucede esto. Las garras tienen una junta deslizante única, que es capaz de cerrarse increíblemente rápido, produciendo un poderoso efecto. Las garras se cierran tan rápido que pueden hacer hervir el agua a su alrededor, produciendo pequeñas burbujas de aire. A medida que la presión del agua aplasta las burbujas, produce una onda de choque.

Mirando las garras de 114 especies de camarones, los investigadores encontraron dos tipos de articulaciones únicas: una articulación deslizante similar a la que se ve en una navaja suiza, con una pequeña cresta que crea presión cuando la garra se cierra, permitiendo que se cierre rápidamente.

Una articulación deslizante que se ve en algunos camarones permite que la garra acumule tensión muscular. Utilizando modelos de juntas impresos en 3D, descubrieron que una garra con esta junta se puede cerrar con suficiente potencia para producir una onda de choque. "La forma en que se almacena la energía durante el amartillado sigue sin estar clara", señalan los investigadores en su artículo, lo que sugiere que los elementos elásticos en el músculo pueden desempeñar un papel.

Una investigación del año pasado mostró que las garras producían burbujas de aire gracias a la fricción entre el chorro que producía y el agua que lo rodeaba. Esto creó un vórtice con un vacío en el centro que, cuando colapsó, produjo una onda de presión poderosa, todo en menos de medio milisegundo.

Ahora, gracias a este último artículo, estamos más cerca de comprender cómo funciona la uña en sí. Esto parece ser un rasgo evolutivo increíble, uno que le ha dado a esta pequeña criatura una poderosa ventaja en el fondo del océano. "Sorprendentemente, estas transiciones funcionales clave entre las pinzas ancestrales (pellizcos simples) y las derivadas (de rupturas) se lograron mediante diminutas diferencias en la estructura articular", escribe el equipo.