Los menores empiezan a beber en Navidad
Para muchos las Navidades es el momento propicio para que los menores de casa den una probada al vino o al champan. Según un estudio del Centro de Estudios Longitudinales del Instituto de Educación del University College de Londres (Reino Unido) y la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos), destacó que es significativo el número de familias que consideran que la etapa navideña es un buen momento para que prueben el alcohol.
Para la investigación se utilizó como muestra los perfiles de 10 mil jóvenes nacidos en Reino Unido después del año 2000. Los datos corroboraron que uno de cada seis casos los padres les permiten o les dan de beber alcohol antes de cumplir 14 años. La justificación más común es que hay padres que piensan que si sus hijos beben con ellos desarrollarán una actitud más responsable hacia el alcohol.
Lo más llamativo es que los adultos que permiten a los menores beber suelen tener educación superior e ingresos altos. Además, el estudio deja en evidencia que los padres que beben poco o de forma moderada tienden tanto como los que consumen alcohol con frecuencia y en grandes cantidades a animar a sus hijos a que lo hagan. Los adolescentes que son menos incitados son los pertenecientes a familias abstemias.
Aun la investigación no concluye, pues pretende recopilar datos para hacer una radiografía social de los nacidos en Europa en el siglo XXI. Para los investigadores, esta práctica se realiza en Europa Occidental desde muy temprana edad; la mitad de los menores entrevistados confesaron haber bebido alcohol más allá de unos sorbos antes de los 14, y uno de cada siete dijo haberlo hecho ya a los 11.
A pesar de estas prácticas sociales, la bibliografía médica insiste en que los menores no deben consumir bebidas alcohólicas antes de los 15 años, ya que sus cuerpos y cerebros aún no están del todo desarrollados. Sin duda, las prácticas negativas se vuelven más comunes y es la educación hacia los hijos la más perjudicada. La idea de la investigación es elaborar mejores campañas en redes sociales para así hacer recomendaciones directas por parte de médicos y también en escuelas.
Los riesgos del alcoholismo en la adolescencia pueden ser disímiles. Por solo ejemplificar, tiene el riesgo potencial de afectar el desarrollo de órganos y funciones vitales, incluidos el cerebro, el hígado, los huesos y las hormonas. Además, comienzan a aparecer las lesiones relacionadas con el alcohol, los pensamientos suicidas y los intentos de quitarse la vida.
