Los niños que celebran los Reyes fumando
Los aldeanos en una ciudad remota de Portugal celebraron la fiesta de la Epifanía en su antiguo estilo tradicional, que incluye a niños de hasta 5 años fumando cigarrillos y muchos forasteros estaban furiosos. Los lugareños dicen que nadie está seguro de lo que la tradición centenaria realmente simboliza o por qué los padres compran cigarrillos para sus hijos. A pesar de que la edad legal en Portugal para comprar tabaco es 18, los padres en el apartado y pequeño pueblo de Vale de Salgueiro alientan a sus hijos a fumar y aceptar la tradición, que se relaciona con el solsticio de invierno.
"No veo ningún daño en eso porque realmente no fuman", dijo Guilhermina Mateus, una madre y una cafetería de 35 años, a la AP. "Inhalan y exhalan de inmediato, por supuesto", dijo. "Y es solo en estos días, hoy y mañana. Nunca vuelven a pedir cigarrillos". Las festividades de dos días incluyeron bailando alrededor de hogueras, un flautista tocando música y un "rey" elegido que distribuye un flujo de vino y bocadillos. José Ribeirinha, un escritor que ha publicado un libro sobre las festividades de Vale do Salgueiro, dijo que las raíces de la tradición son desconocidas, pero puede tener que ver con la celebración del renacimiento de la naturaleza y la vida humana.
Dijo que la aldea está en una región que se adhiere a muchas tradiciones que datan de épocas paganas, y durante el período del solsticio de invierno los aldeanos aquí se toman la libertad de hacer cosas que estarían fuera de lo común en el resto del año. Ribeirinha también cree que la reclusión relativa de la aldea remota - 280 millas al noreste de la capital, Lisboa - ha ayudado a mantener viva la tradición. Dijo que la región circundante de Tras os Montes "siempre ha sido la más lejana de Lisboa, la más 'olvidada'".
Portugal, como muchos otros países europeos, ha tomado medidas para reducir el tabaquismo, incluida una prohibición parcial de fumar en el interior. El consumo de tabaco es una situación de intenrés mundial. Existen casi mil millones de hombres y 250 millones de mujeres que fuman en el planeta. Se calcula que cada día empiezan a fumar entre 82 000 y 99 000 jóvenes; muchos de ellos son niños de menos de 10 años y la mayoría vive en países de ingresos bajos y medios. En todo el mundo se hace marketing del tabaco dirigido a los niños. La industria tabacalera reconoce que hay que captar a nuevos fumadores para sustituir a los que dejan de fumar o mueren de enfermedades relacionadas con el tabaco. Según las proyecciones actuales, el número de fumadores aumentará a 1600 millones en todo el mundo en los próximos 25 años. Aunque los peligros del consumo de tabaco y del humo ajeno se han reconocido de forma generalizada, los niños sufren daños que son menos evidentes: por ejemplo, cuando padecen hambre y malnutrición porque los escasos recursos disponibles se destinan a comprar tabaco en lugar de comida, cuando son explotados para trabajar en el cultivo de tabaco y cuando mueren o resultan heridos a causa de incendios provocados por cigarrillos.
