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lunes, 8 de enero de 2018

Puro vértigo en el derbi andaluz

Por Aliet Arzola

El Real Betis Balompié se adueñó del mapa futbolístico de Sevilla como no ocurría hace años, al endosarle cinco goles a su eterno rival en el Sánchez Pizjuán, escenario que nunca había presenciado una versión tan demoledora de los verdiblancos, que terminaron la noche de Reyes con cinco goles a favor y una victoria que será recordada durante mucho tiempo en Andalucía.

Luego de más de una década en la que el Sevilla ha celebrado títulos y el Betis, cuando más, ha podido festejar el ascenso, finalmente los verdiblancos tomaron la ciudad por asalto desde el primer minuto de juego, porque solo 22 segundos después de que Gil Manzano comenzará las acciones Fabián Ruiz removió las redes de Nervión con un tempranero gol, avance de lo que venía. Fue el peor inicio imaginado por Vincenzo Montella, nuevo técnico del conjunto hispalense, quien en sus primeros días en España no ha logrado disminuir la fragilidad de un equipo que en el último mes ha naufragado de manera estrepitosa, tanto que Berizzo, el anterior estratega, se quedó sin empleo.

A sabiendas de las lagunas, el Betis atacó temprano y jugó con el nerviosismo del Sevilla, que de inicio pensó tener mejores opciones con el regreso al campo de Nzonzi, uno de sus hombres fuertes en la medular. Sin embargo, muy poco pudo hacer el pulmón de los anfitriones, que recargaron demasiado a Ever Banega, solitario en el medio campo para recuperar, crear y rematar. Muy poco apoyo tuvo el argentino, aunque ello no impidió al Sevilla materializar el empate a uno gracias a Ben Yedder, quien remató dentro del área en una de las pocas veces que se le vio en el encuentro. Ese era solo el comienzo de un cachumbambé, porque rápido el Betis tomó la delantera gracias a cabezazo de Feddal (tras gran pase de Joaquín) y luego los locales pusieron de nuevo la paridad con otro gol de cabeza, a la cuenta de Kjaer.

Con el 2-2 en la pizarra al término del primer tiempo, parecía que el Sevilla podía pelear por sostener su ya larga hegemonía andaluza, pero el descanso dio alas a los verdiblancos, que salieron con aires renovados al complementario. Su presión atascó el flujo de los nervionenses, cuya defensa quedó paralizada a falta de media hora para el final del partido. En cuestión de dos minutos, Boudebouz colgó un balón por encima de la última línea sevillista para que el zaguero Durmisi rematara el 2-3, y casi después de la celebración, Cristian Tello repitió la dosis colocando la pelota justo al pie de Sergio León, quien remató el 2-4 sin marca cercana.

Tello fue la carta mejor guardada por el técnico Quique Stetién, quien metió al ex del Barca cuando las piernas del Sevilla estaban recargadas. El extremo puso una marcha más y dejó plantado a los anfitriones, sobre todo en el descuento, cuando firmó una carrera de 50 metros y definió a placer para entrar en la historia, porque nunca antes el Betis había perforado cinco veces las redes en el Sánchez Pizjuán. La pizarra final dictaminó un 3-5 gracias un tanto de Lenglet que había puesto a soñar al Sevilla con una remontada, pero todo fue un espejismo, la noche era verdiblanca.