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sábado, 13 de enero de 2018

¿Quién llegó primero a la Luna?

Por Elizabeth Almeida

Hace poco tiempo, se cumplieron 50 años de un evento que dejaba claro que Moscú podría haberse adelantado a poner un hombre sobre la Luna, pues el 3 febrero de 1966, una nave espacial rusa catalogada como Luna 9, logró el primer alunizaje sobre el satélite natural de nuestro planeta. La misión a su vez, ayudó a responder preguntas fundamentales sobre la superficie lunar y abrió el camino para las primeras misiones tripuladas. Doug Millard, curador del Museo de Ciencias de Londres, refiere en una entrevista con la agencia BBC que mediados de la década de los 60, tanto los estadounidenses como los soviéticos intentaban llegar primero a la Luna y explica que antes de poner un hombre en la Luna había que colocar una nave robótica que pudiera llegar, y esa es la parte donde tendemos a olvidar los éxitos del bando soviético.

A pesar de la polémica y la competencia, está claro que el primer alunizaje fue un giro radical en la historia del planeta Tierra, aunque todavía no está claro realmente quién fue el primero en poner un pie en la Luna. Y es que se recuerda que el histórico 20 de julio de 1969, unos pocos minutos antes de las 10 de la noche, hora de Houston, las estaciones de televisión de mundo entero interrumpieron su programación para dar la noticia que cambiaria la visión astronómica, científica y tecnológica de la Tierra y abriría caminos hasta el momento inexplorados. En vivo desde la Luna, fue el mensaje que aparecía en pantalla y la imagen mostraba una escalera de metal con un paisaje monocromático como fondo. Un astronauta intentaba mantener el equilibrio y luego saltaba fuera del cuadro. La cámara gira lentamente y ofrece una panorámica desolada con escombros, lomas y cráteres. El primer hombre sobre la Luna envía un saludo a la Tierra.

Hace poco tiempo, se cumplieron 50 años de un evento que dejaba claro que Moscú podría haberse adelantado a poner un hombre sobre la Luna, pues el 3 febrero de 1966, una nave espacial rusa catalogada como Luna 9, logró el primer alunizaje sobre el satélite natural de nuestro planeta. La misión a su vez, ayudó a responder preguntas fundamentales sobre la superficie lunar y abrió el camino para las primeras misiones tripuladas.

Doug Millard, curador del Museo de Ciencias de Londres, refiere en una entrevista con la agencia BBC que mediados de la década de los 60, tanto los estadounidenses como los soviéticos intentaban llegar primero a la Luna y explica que antes de poner un hombre en la Luna había que colocar una nave robótica que pudiera llegar, y esa es la parte donde tendemos a olvidar los éxitos del bando soviético. Esa fue Luna 9, de unos tres metros de altura, con una base cuadrada con cuatro patas y muy parecida a la sonda del Apolo. Encima de la base llevaba un cilindro vertical con un domo ovoide, que se asemejaba a los pétalos cerrados de una flor.

La nave cuando estaba uno o dos metros por encima de la superficie, se separaba y desplegaba solo cuatro pétalos, a la par en que se enderezaba sola como un juguete de niño, algo realmente muy inteligente, dice Millard.

Los soviéticos, en lugar de simplemente anunciar el alunizaje el 3 de febrero, decidieron adoptar un enfoque más sutil para darle publicidad global al hecho. Las imágenes que captaron y que fueron enviadas de vuelta a la Tierra estaban en una frecuencia que podía recogerse rápidamente. El radiotelescopio Jodrell Bank las recibió y las mismas fueron transmitidas por todo el mundo. Este hecho constituía una prueba de que los soviéticos estaban prestos a derrotar a los estadounidenses en la carrera espacial.

Y esto no quedaba allí, pues luego de enviar de vuelta nueve imágenes, la misión soviética también resolvió una cuestión muy problemática para los planificadores en ambos lados, pues se temía que la superficie lunar estuviese cubierta de una especie de arena movediza profunda que haría que la sonda se hundiera; pero Luna 9 demostró que el suelo era sólido, lo que determinó que soviéticos y estadounidenses siguieran adelante con las misiones tripuladas.

También, el plan soviético tenía varios dispositivos de seguridad ausentes en el estadounidense programa Apolo, pues el módulo de descenso no solo contenía un motor de repuesto, sino que contemplaba el envío a la Luna de un módulo no tripulado con antelación.

El candidato soviético para el alunizaje sería Alexei Leonov, quien era conocido por haber realizado la primera caminata espacial. Pero desafortunadamente para el programa espacial soviético, el cohete N1 requerido para llevar a Leonov hasta la Luna nunca tuvo un lanzamiento exitoso. Los cuatro intentos de lanzarlo fracasaron y por ello, ya para la fecha del último, en 1972, la carrera para colocar un hombre sobre la Luna estaba perdida para los soviéticos cuyo programa Lunar fue oficialmente suspendido en 1974.

Pero no debe olvidarse, sin embargo, que los soviéticos llegaron primero a la Luna con sondas robóticas. Y en 1973, poco después de que Gene Cernan dejara las últimas huellas sobre la Luna, ya el segundo Lunokhold soviético empezaba una misión de cuatro meses recorriendo la superficie Lunar y captaba imágenes de alta resolución que enviaba a la Tierra.