Un nuevo pinchazo contra la gripe
También conocida como la influencia, la gripe es una infección vírica del sistema respiratorio cuya principal complicación es la neumonía, responsable de un gran número de hospitalizaciones en varios países del mundo. Se trata, sin duda, de una enfermedad común. Quizá por ello cueste tanto prevenirla y continúen los intentos en tal sentido. Ahora, ¿por qué resulta tan difícil conseguir una cura efectiva para la gripe? Seguro que muchos nos lo hemos preguntado por qué cuando nos vacunamos todos los años para no padecerla, y en lugar de conseguir evitarla, terminamos pegados a los pañuelos y metidos en cama.
La respuesta tiene que ver con la cuestión de que la gripe (como otros tantos virus) cambia constantemente por lo que es muy diferente de un año a otro, es decir, que una vacuna eficaz para este 2018, puede no serlo para el 2019, por ejemplo.
No obstante, eso puede cambiar gracias al descubrimiento de un equipo de Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en EE.UU., quienes crearon una vacuna basada en el ADN que podría acabar con la gripe de la humanidad con solo una inyección.
Así lo explica, la líder de la investigación Deborah Fuller, quien profundiza en que la actual vacuna contra la gripe es un virus que se encuentra inactivo, que crece en huevos para luego ser desactivado y, posteriormente, inyectado en el ser humano.
Ahora, «el tipo de vacuna que hemos creado implica inyectar un código genético para las proteínas desde el virus a las propias células pues son ellas las que leen esa información y producen, directamente, los antígenos. Así nuestro sistema reacciona ante estas proteínas virales y responde inmunizando el cuerpo frente a una posible infección», comentó Fuller.
Por otro lado, cabe destacar que producir las anteriores vacunas contra la gripe supusieron todo un dilema, no solo para los pacientes que deben pincharse, sino también para los científicos que trabajan en su confección y mejoramiento, proceso que puede tardar hasta nueve meses.
Mientras que esta, basada en el ADN, se puede producir en mucho menos tiempo, unos 3 meses, lo que la convierte en una herramienta más rápida y efectiva contra una posible pandemia.
Se piensa que las primeras vacunas de este tipo estén en el mercado en los próximos 5 o 10 años, para la fortuna de todos aquellos que viven acatarrados tomando cuanto remedio exista y sin esperanza de dejar de padecer de este malestar.
