¿Una portería con tres K?
Keylor, Kiko y ¿Kepa? Como ha sido habitual en los últimos años, la portería del Real Madrid vive en permanente incertidumbre, y ahora mucho más con la posible incorporación del meta Kepa Arrizabalaga, quien se uniría a Navas y Casilla en la lucha por la titularidad bajo los tres palos en el conjunto merengue, sumido en una crisis de juego y resultados.
Los rumores sobre la llegada al Madrid del arquero de Ondarroa andan en el ambiente desde hace varias semanas, sustentados en la aparente necesidad del equipo blanco de incorporar un portero de garantías para hacerle competencia a la inestabilidad de Keylor y Kiko. Sin embargo, tal término no es apropiado para referirse a los dos metas del equipo merengue, que ha tenido en Navas a un seguro de vida, salvador en múltiples ocasiones, mientras Casilla ha fungido como parche de emergencia, sin excesiva brillantez pero sin grandes fallos. Por ejemplo, en el último Clásico contra el Barcelona, qué hubiera sido del Madrid sin las atajadas del costarricense, responsable de que el último partido del 2017 no terminara con un resultado escandaloso en contra de los capitalinos.
Con su desempeño, Keylor se ha ganado el respeto de Zidane y de buena parte de la grada del Bernabéu, que ve en él a un chico humilde y trabajador, consolidado en la disciplina blanca a golpe de esfuerzo y paradas imposibles. Además, Navas ha sido el meta talismán del Madrid en el último lustro, pues con él bajo los tres palos han logrado tres títulos de Champions, una Liga, tres Mundiales de Clubes y varias Supercopas. No obstante, Florentino Pérez ha hecho innumerables movidas para conseguir otro cancerbero y, de hecho, a punto estuvo de mandar a Keylor al Manchester United para recibir a David De Gea hace dos veranos, pero un fax que llegó a destiempo frustró la operación en el cierre del mercado.
Ahora De Gea parece realmente un imposible por su alto precio, dada su enorme progresión en Inglaterra, donde es venerado como un dios, mientras las opciones de Thibaut Courtois y Donnarumma son todavía más lejanas. Por ello, Kepa ha saltado a escena, en gran medida porque es una pieza asequible que solo costaría 20 millones, su clausula de recisión en el Athletic de Bilba. Al chico le favorece su edad (23 años) y su gran progresión como uno de los porteros ibéricos del futuro, justo el perfil que busca el Madrid, cuyo deseo, si bien no lo gritan a los cuatro vientos, es volver a tener a un hombre al estilo de Iker Casillas, español y con proyección de quedarse una década bajo los palos del Bernabéu. Según varias fuentes, la llegada de Kepa puede ser inminente, pues al parecer ya ha pasado reconocimiento médico y el Madrid abonaría en breve su cláusula.
