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jueves, 4 de enero de 2018

Una tipografía a medida

Por Steve AM.

Lo más complicado para los disléxicos es leer. En las personas que la padecen, provoca un efecto como si las letras se tuercen o mezclen. Por tal motivo, el artista holandés Christian Boer, decidió crear una tipología de letra para aquellas personas que les cuesta tanto la lectura. Lleva como nombre esta fuente Dyslexie y procura que se superen algunos de los problemas que las personas con dislexia tienen cuando leen.

Según los especialistas, sus cerebros comienzan a procesar letras bidimensionales como objetos de tres dimensiones que pueden ser libremente manipulados. Es por ello que a menudo procesan la información visual diferente, cambian o rotan las letras de manera subconsciente, haciendo que sea más difícil reconocer los caracteres.

Según Boer, la clave está en la simetría de las letras; de ahí que la Dyslexie es muy asimétrica. Muchas de las letras de la fuente Dyslexie tienen también remates o serifas (del inglés serif) inusuales, con el propósito de que sea más fácil diferenciarlas. Las serifas son pequeñas líneas añadidas en los extremos de una letra.

La aceptación de esta nueva tipología es evidente. Desde que la fuente ha estado disponible en línea a partir del año 2011, ha sido descargada por los usuarios más de 300 mil veces, principalmente por usuarios, aunque también por escuelas, universidades y empresas.

Algunas tipologías como la Times New Roman suelen ser difíciles de leer para los disléxicos, debido a que los adornos en las puntas de los caracteres oscurecen la forma de la letra. Boer descubrió que añadir ciertas serifas podía ayudar.

Boer además añadió que las mayúsculas fuesen más gruesas que otras letras para ayudar a que destaquen.

Ahora el problema está en compartir la nueva medida a otros disléxicos. Para los que tienen dislexia leve les costará leer estas mayúsculas, de ahí que el inventor las redujo ligeramente para que no perjudique su lectura. Pero aun así pueda ayudar a las quienes tienen una dislexia más severa.

La tipología de Boer ya está en investigación. Resulta que la Universidad de Twente (Holanda), evidenció que los lectores disléxicos cometen menos errores cuando leen textos con la fuente creada por Boer, mientras que experimentos de seguimiento ocular hechos en la Universidad de Lille (Francia) también mostraron que la mirada de los niños con dislexia fluyó más fácilmente con la fuente de Boer en lugar de con fuentes más tradicionales.

Boer comenzó a estudiar tipologías de letras en la universidad. El objetivo era descubrir cuáles aran más sencillas de distinguir. Un cambio clave fue hacer las letras con la parte de abajo voluminosa, para que fuesen más macizas en la base que en la parte superior.

Según destacó a la prensa, al principio creó la fuente como un proyecto para graduarse de la universidad. Sin embargo encontró que había una demanda real para el producto que había concebido, lo que lo llevó a crear una familia tipográfica utilizable que pudiese instalarse en las computadoras.

En la actualidad entre el 10 y el 20% de la población tiene alguna forma de dislexia. Se calcula que más de 700 millones de niños y adultos en el mundo están en riesgo de ser excluidos socialmente y de no ser alfabetizados.

La tipografía inventada por Boer no es la única diseñada para disléxicos. La diseñadora gráfica del Royal College of Art, en Londres, Natascha Frensch, creó una llamada Read Regular en 2003 y la Asociación Británica de Dislexia (BDA, por su sigla en inglés) también recomienda usar las fuentes Arial, Comic Sans o Century Gothic.