Venezuela ya tiene su Constituyente
La semana pasada se instaló de manera oficial la Asamblea Nacional Constituyente. Así lo afirmó Delcy Rodríguez, electa por los venezolanos en 2017 como presidenta de dicha para el periodo 2018. La mandataria explicó que en esta sesión se debatirá la Ley de Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), una de las iniciativas presentadas por el presidente, Nicolás Maduro, para enfrentar la agresión económica que enfrenta su pueblo.
De igual forma comentó que se está creando un nuevo cuerpo normativo, con aprobación de leyes constitucionales, y estamos en la redacción del nuevo Texto Constitucional que será presentado para Venezuela, aspectos que se ubican dentro de sus tres finalidades estratégicas, explicó Rodríguez. La alta representante de la voluntad popular afirmó también que la Asamblea Nacional Constituyente está enmarcada en la transformación de las estructuras del Estado venezolano, y continuará siendo un escudo protector de la paz y de la soberanía de Venezuela.
La Asamblea ha desarrollado un arduo trabajo, tanto es así que en cinco meses de funcionamiento promulgó distintas leyes y medidas que apuntan a afianzar el principal objetivo del órgano plenipotenciario que es conquistar la paz del país, amenazada por el gobierno de Estados Unidos y sus aliados internos de derecha.
Por lo que para el año que recién comenzó se espera la Asamblea Nacional Constituyente alcance resultados que permitan afianzar la paz y la convivencia entre iguales en Venezuela, tengamos en cuenta que esta busca garantizar la armonía, y perfeccionar el sistema económico basado en la productividad, la diversificación y de carácter integrador.
Asimismo busca darle carácter constitucional a las misiones sociales, Constitucionalizar las Misiones y Grandes Misiones creadas por la Revolución Bolivariana, así como constitucionalizar los nuevos elementos de justicia severa en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en todas sus formas para garantizar la seguridad y protección del pueblo.
Se trata además de dar espacio a nuevas formas de democracia protagónica, participativa y directa; de defender la soberanía nacional y rechazar el intervencionismo; de agregar un capítulo sobre derechos y deberes de la juventud venezolana y trabajar para prevenir los efectos del cambio climático.
