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sábado, 24 de febrero de 2018

Islandia contra la circuncisión masculina

Por Matraquito91

Hasta seis años de cárcel será el castigo que Islandia quiere aplicar a quienes practiquen la circuncisión masculina por motivos que no sean exclusivamente médicos, es decir, en beneficio del paciente. El controvertido proyecto de ley, presentado a principios de febrero por una diputada del derechista Partido Progresista está siendo discutido ahora por el Parlamento islandés ya que son varios y delicados elementos los que hay que tener en cuenta. De hecho, el debate puede tardar meses, aunque si la propuesta resulta exitosa, Islandia se convertiría en la primera nación europea que declara ilegal esta práctica, considerada inhumana por muchos especialistas.

Mientras que otros, judíos y musulmanes –quienes cumplen desde tiempos milenarios el ritual de cortar una porción del prepucio del pene en los varones– condenaron el proyecto de ley, arguyendo que infringe su libertad religiosa de forma notable.

Al respecto, apuntan que la circuncisión es parte de su fe, algo que concierne a sus religiones, por lo tanto, esto resultaría una suerte de violación, como una contravención a la libertad religiosa de ambas civilizaciones.

Y este hecho debe tenerse en cuenta debido a que se estima que en este país europeo viven cerca de 250 ciudadanos judíos y alrededor de 1 500 musulmanes.

¿Pero qué hay, realmente, detrás de esta polémica propuesta? Pues según los impulsores del proyecto, la circuncisión viola los derechos de los menores y resulta incompatible con la convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de la infancia.

Dicen también que este proceso trae consigo intervenciones permanentes en el cuerpo de un niño, las cuales pueden ocasionar un dolor severo en muchos casos.

Además, dicho texto compara la práctica con la mutilación genital femenina, prohibida en la mayoría de los países europeos y declarada ilegal en Islandia desde el 2005.

No obstante, reconoce que los padres tienen el derecho de educar a sus hijos en la religión que prefieran, mientras que ese derecho no exceda los derechos del niño.

Cabe decir que si los niños desean someterse al procedimiento por razones culturales o religiosas, y de acuerdo con la propuesta de ley, pueden hacerlo cuando tengan la edad requerida como para «comprender qué implica dicho acto».

Por otra parte, el texto argumenta que, generalmente, este procedimiento se lleva a cabo sin anestesia, «en sitios que no están debidamente esterilizados, y no es ejecutado por médicos, sino por líderes religiosos. Por consiguiente existe un elevado riesgo de infección, que puede resultar fatal.