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martes, 13 de marzo de 2018

El equipo de Puigdemont entra en crisis

Por Diana M.

La unidad de Junts per Catalunya corre riesgos, se vuelve más frágil. Todo ello a partir de las exigencias de la CUP en pos de apoyar la investidura de Jordi Sànchez a la Presidencia de la Generalitat. Los diputados del sector más moderado del grupo parlamentario apuestan por una visión más realista de la situación.

Los de Junts, liderados por Carles Puigdemont desde Bruselas, reclaman dejar a un lado las imposibles promesas relacionadas con la materialización de la autoproclamada república catalana, con el objetivo de que los antisistema cambien de opinión y respalden la elección del ex líder de la ANC.

La «revolución» tuvo lugar luego de que Quim Torra, ex presidente de Òmnium Cultural y uno de los diputados más radicales y próximos a Puigdemont, planteara la idea de concluir la legislatura a través de la redacción de una constitución catalana. Según afirman medios de prensa locales, algunas fuentes de la candidatura del ex presidente denunciaron que el contenido del acto «no estaba pactado dentro del propio grupo parlamentario», hecho que ha generado controversias al seno de Junts per Catalunya, por lanzar mensajes de semejante importancia, sin haberlos consensuado previamente de puertas adentro.

Las discrepancias se han acrecentado hasta tal punto, que varios diputados cuestionan que deba seguir explicándose a la ciudadanía el supuesto «plan de la república». No obstante, un portavoz del partido político ha dicho que la decisión está tomada y los actos continuarán organizándose. En el día de hoy, dos días antes de la fecha escogida para celebrar el pleno de investidura, tendrá lugar el último de ellos.

Entre los diputados más disconformes con el hecho de plegarse a las demandas de la CUP se encuentran los representantes del PDeCAT. Los neoconvergentes pretendían no continuar dependiendo de los votos de la formación antisistema en esta legislatura, sin embargo, están comprobando cómo sus cuádrupla de diputados son otra vez determinantes para ungir al próximo president.

El cisma que se ha generado a lo interno del grupo parlamentario es una imagen en la esfera privada del mensaje lanzado públicamente por Marta Pascal tras el congreso celebrado por el PDeCAT para analizar el avance de las negociaciones con ERC y la CUP. “¿A quién más quieren enviar a la papelera de la historia?”, cuestiono la coordinadora general del partido en el que milita Puigdemont, recordando cuando dos años atrás destruyeron la carrera política de Artur Mas.

En definitiva, según algunas fuentes republicanas, Junts per Catalunya está dividida en dos bandos, por un lado «los diputados que amenazan con elecciones y los que que quieren acuerdo o acuerdo». Estos últimos «no han conseguido convencer a Puigdemont de que no puede tener por escrito funciones que le corresponden al presidente [real] de la Generalitat», completan desde ERC.