Un superdetector de gases para la nariz de los perros
El sistema olfativo de los perros ha servido como ejemplo a investigadores de China y Arabia Saudí, para inventar un nuevo ‘superdetector’ de gases artificial, con el objetivo de obtener una mayor sensibilidad a gran escala, de acuerdo a lo publicado este miércoles por una revista especializada de la Asociación Americana de Química (ACS, en sus siglas en inglés).
ACS Nano es una organización sin ánimo de lucro regularizada por el Congreso de Estados Unidos, y la principal institución a nivel mundial en el acceso a investigaciones relacionadas con la química, encaminada a la publicación y difusión de nuevas investigaciones.
La estructura que conforma la nariz de los canes ha sido un modelo que los investigadores siempre han querido imitar, con el fin de copiar las capacidades olfativas de una órgano animal mucho más desarrollado que el del humano. Para ello un equipo de científicos de China y Arabia Saudí ha logrado calcar el interior del hocico de los perros mediante pequeños rollos de grafeno.
Estos rollos consisten en ‘nanohojas’ de este material, enrolladas y organizadas de manera uniforme y que cuentan con una gran estabilidad y duración ante altas temperaturas, tal y como señalan los autores en su informe. Estas estructuras ya habían sido utilizadas previamente en otros estudios, pero la dificultad para su elaboración y el alto consumo de energía complicaron su aplicación en la práctica. La innovación de la nueva investigación radica en haber añadido una modificación al grafeno a través de polímeros conel objetivo de aumentar la calidad de los ‘minirollos’. De esta forma, idearon estos rulos basados en grafeno y polímero con una técnica de secado frío para generar estructuras uniformes, de manera tal que la mayoría de grafenos quedaban enrollados.
Entonces, los investigadores incorporaron las estructuras al sensor de gas, resultando en una ‘alta selectividad y sensibilidad’, asegurando un potencial para producciones de gran escala del sistema conformado. Para llevar a cabo la investigación, el grupo de científicos recibió financiación de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, así como de otras entidades del país asiático.
Este nuevo sistema a gran escala pudiera utilizarse para la detección de ataques con armas químicas como lo son algunos gases letales.
