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domingo, 15 de abril de 2018

El Diablo de Vogue se prepara para su retirada

Por RaizaM.

La editora jefa de Vogue es un ícono de estilo y una marca registrada. Anna Wintour hace mucho tiempo que dejó de ser solo sinónimo de moda, para convertirse en una de las mayores celebridades del mundo fashion, al punto que la reina de Inglaterra eligiera sentarse junto a ella en su bautismo en la primera fila de una pasarela del último London Fashion Week.

Pero los rumores que aseguran que ella está lista para dejar su cargo aumentan: el sitio Page Six publicó esta semana un artículo en el que varias fuentes aseguran que Wintour abandonaría su puesto en julio de este año, después del casamiento de su hija Bee Shaffer, de 30 años, con Francesco Carrozzini, hijo del fallecido editor de Vogue Italia, Franca Sozzani.

Anna fue la editora de la principal revista de moda desde 1988, y desde 2013 fue también nombrada directora artística de Condé Nast. Si tenemos en cuenta aspectos como las caídas en las ventas e incluso las partidas de varios editores de la editorial de revistas, vemos que son elementos que dan algo de crédito a las especulaciones. La editora jefa de Vogue UK, Alexandra Shulman, dejó su cargo después de 25 años al frente de la revista. Fue reemplazada por Edward Enninful, uno de los estilistas más reconocidos y prestigiosos del mundo, quien a los 46 años está siendo sugerido por algunos como un probable sucesor de Wintour.

Lo mismo sucedió con Graydon Carter, quien renunció como editor de Vanity Fair el año pasado y fue reemplazado por Radhika Jones, quien se había desempeñado en The New York Times. Asimismo, Cindi Leive fue sustituida por Samantha Barry para dirigir Glamour a comienzos de este año.

Sin embargo, a su vez, desde Condé Nast rechazaron las especulaciones, y el vocero corporativo Joe Libonati le dijo a Page Six que negaban "enfáticamente" estos rumores, aunque se negó a comentar más específicamente sobre los planes de Wintour.

Anna nació en Londres, Inglaterra, en 1949, y comenzó en el periodismo de moda a los 20 años, cuando fue contratada en Londres para Harper’s & Queen. Luego se fue a Nueva York para trabajar en la revista Harper’s Baazar y en 1983 entró en la edición norteamericana de Vogue como responsable creativa. Más tarde, volvió a su país natal con un cargo de directora de la edición británica. Al poco tiempo, se convertiría en la directora de Vogue, cargo que continúa ocupando desde hace algo menos de tres décadas.

Las portadas con Hillary Clinton y Michelle Obama recorrieron el mundo, así como muchas de las celebrities hollywoodenses más famosas. "Sabíamos que iba a impactar a todo el mundo. No se puede hacer algo así en todos los números. Hay que tener un equilibrio entre las portadas más tradicionales y algo que sea muy sorprendente. Vogue tiene que ser una autoridad, no puede ir demasiado por delante, ni tampoco demasiado por detrás. Hay que saber exactamente cuándo traspasar los límites", comentó sobre este tema, según se menciona en Vogue.

Y lo que sí nos ha dejado claro Anna es que ella ha sabido como nadie ir más allá. Los límites han sido, si acaso, ella misma.