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jueves, 19 de abril de 2018

El precio de ser periodista

Por Steve AM.

Un periodista de investigación, que escribió entre otros temas sobre la presencia de mercenarios rusos en Siria, murió al caer del balcón de su departamento. Los investigadores afirmaron este lunes que no hallaron elementos sospechosos en su fallecimiento. Maxim Borodin, de 32 años, falleció el domingo en un hospital en Ekaterimburgo, ciudad de 1,4 millones de habitantes en los Urales por las heridas que le provocó la caída, indicaron las agencias de prensa rusas.

La última vez que un amigo de Maxim Borodin supo de él fue a las 5:00 am del 11 de abril pasado. El periodista ruso, que estaba inmerso en la investigación referida a la presencia de mercenarios de su país en Siria, lo llamó preocupado porque en el balcón de su apartamento en un quinto piso veía a una persona armada. Y en el descanso de las escaleras había otros vestidos de camuflaje y enmascarados, dijo Vyacheslav Bashkov, un activista y amigo.

El jueves, Borodin, de 32 años, fue hallado inconsciente y con graves heridas en el suelo de la calle frente a su edificio. Las autoridades de esa localidad, que consideraron el suicidio como una posible razón, aseguraron que no hallaron una nota de despedida en su casa y no pensaron entonces que pudiera tratarse de un incidente criminal porque la puerta del apartamento estaba cerrada por dentro.

Pero su amigo Vyacheslav Bashkov insistió en que un hombre rodeó el apartamento un día antes de la muerte, y por eso dudaba de la posibilidad de que Borodin se hubiera suicidado. Contó que el periodista claramente asustado, había estado buscando un abogado, aunque luego volvió a llamarlo diciéndole que se había equivocado y que el hombre que vio armado en su balcón era parte de una especie de ejercicio de seguridad.

Borodin murió el domingo en un hospital como consecuencia de las heridas que le quedaron tras la supuesta caída desde su balcón en Yekaterinburg, la cuarta ciudad más importante de Rusia.

Pavelina Rumyantseva, editora en jefe del diario Novy Den, en el que trabajaba, aseguró que en las indagaciones no descartaría un crimen, pues el periodista no tenía motivos para quitarse la vida. Similar sospecha manifestó Harlem Désir, de la organización de monitoreo internacional OSCE, para quien el fallecimiento genera serias preocupaciones y debe ser investigado cuidadosamente.

En las últimas semanas, el periodista fue uno de los que destapó la historia de los mercenarios rusos conocidos como el "Grupo Wagner", que murieron en Siria el pasado 7 de febrero en una confrontación con las fuerzas estadounidenses. Dicho grupo está conformado por ciudadanos rusos que no son miembros de las fuerzas militares, pero que hacen parte de la guerra en Siria apoyando al régimen de Bashar al Asad.

La semana pasada, el saliente jefe de la CIA, Mike Pompeo, dijo que quienes murieron se encontraban en la provincia de Deir al-Zour y participaban en un ataque de combatientes pro sirios al cuartel de las Fuerzas Democráticas Sirias, aliados de Estados Unidos.

Borodin dijo que tres de ellos venían de la ciudad de Yekaterinburg, justo donde el reportero vivía e investigaba la acción de organizaciones criminales.

La organización Reporteros sin Fronteras tuiteó al conocer la muerte: Cubrió temas sensibles en los meses recientes. Pedimos que se haga una investigación seria e imparcial en los motivos profesionales.

El periodista indagaba además otros temas álgidos, como escándalos políticos y de corrupción.