Filipinas debuta en Netflix
Filipinas acaba de dar el salto que la coloca desde hoy en la plataforma Netflix. El estreno corre a cargo de la serie AMO, realizada en el país asiático y con un argumento en torno a la polémica “guerra contra las drogas'” que ha emprendido el presidente Rodrigo Duterte a un costo de 7000 muertos y más en solo un año y meses de mandato.
El audiovisual se estrena en todo el mundo, por lo que los seriéfilos ya acumulan expectativas, alimentadas además porque el director de la propuesta es Brillante Mendoza, quien recibió en Cannes 2009 el premio al mejor director por su filme Kinatay.
Los ambientes de AMO son los marginales, los bajos fondos de la capital Manila. En ellos resultan cotidianas las drogas y la pobreza. En ese escenario, se presenta Joseph, el protagonista. Es un estudiante de instituto de solo 16 años que, en el tiempo que no va a la escuela, trapichea con shabú (la llamada metanfetamina de los pobres). Para evitar los spoilers solo diremos que en Filipinas la corrupción de las autoridades es otro plato fuerte.
Así, el filme de contenido social incide sobre las llagas de lo nacional en la nación asiática, particularmente en la campaña contra el narcotráfico iniciada por Duterte cuando llegó al poder. Las más de 4000 ejecuciones extrajudiciales por parte de la policía son reclamos incesantes.
Datos oficiales reflejan que otros 3 000 han perecido a manos de patrullas. De ahí que Human Rights Watch, Amnistía Internacional, junto a otras organizaciones locales e internacionales denuncian las violaciones de derechos humanos en el espacio de esta campaña.
Como resultado, han exigido el fin de la campaña, así como el juicio a Duterte en la Corte Penal Internacional (CPI). Por eso, viene AMO a poner en la escena internacional, desde la ficción, estas atrocidades. Lo hace apelando a la audacia y al propio tiempo al suspense, a fin de cautivar a las audiencias mediante la emoción, como dijera en una nota de prensa el vicepresidente de adquisición de contenidos en Netflix, Robert Roy.
Desde el primer capítulo esta serie muestra una ejecución extrajudicial de las que abundan en esta campaña antidroga de Duterte y, si bien el 90 por ciento de los filipinos está a favor de ella, este filme puede suscitar estados de opinión nada favorables para las autoridades.
