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domingo, 15 de abril de 2018

Los estadounidenses critican la candidatura del nuevo secretario de Estado

Por G_nkerbell

Activistas de derechos civiles, organizaciones musulmanas y exfuncionarios de la Casa Blanca entre otros sectores de la población estadounidense presionan al Senado para que analice a fondo la candidatura del director de la CIA, Mike Pompeo, como nuevo secretario de Estado. Una decisión que ha generado polémica también en otras naciones y que vuelve a poner en tela de juicio las intenciones de la administración Trump.

Mike Pompeo es la nueva propuesta del presidente estadounidense Donald Trump para reemplazar a Rex Tillerson como jefe de la diplomacia del país y, de acuerdo con expertos, su proceso de confirmación en la Cámara alta será relativamente fácil, pasando por alto sus conocidos vínculos con grupos de la ultraderecha y de extremistas anti-islámicos.

La Unión Americana de Libertades Civiles y varios exdiplomáticos norteamericanos intentan convencer a los integrantes del Comité de Relaciones Exteriores del Senado para que investiguen muchos de los aspectos negativos del funcionario antes de darle el visto bueno a su entrada al cargo.

En declaraciones al diario The New York Times, Shaun Casey, exdirector de la oficina de religión y asuntos mundiales del Departamento de Estado en la Administración de Barack Obama (2009-2017), expresó que le preocupa que el señor Pompeo tiene tras sí una estela de declaraciones y asociaciones horrorosas, inexactas y fanáticas contra los musulmanes. Casey además pone en duda que Pompeo, con semejante historial, pueda ser un representante creíble en los países de mayoría musulmana con los que tendría que conducir la diplomacia.

Grupos islámicos también manifestaron preocupaciones similares por el caso de John R. Bolton, quien asumirá el cargo de asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, a propuesta de Donald Trump, puesto para el cual no necesita el aval del Capitolio.

Según el Times, tanto Pompeo como Bolton tienen nexos con individuos y entidades que promueven visiones globales según las que el Islam no es una religión sino una ideología política infiltrada en Estados Unidos para imponer las leyes musulmanas. Dichas asociaciones consideran que las mezquitas en suelo norteamericano, así como organizaciones y líderes cívicos e incluso funcionarios del Gobierno que profesan esa fe son sospechosos de pertenecer a grupos extremistas.

Bolton, subsecretario de Estado durante la administración de George Bush, reemplazará a H.R. McMaster, quien estuvo en el cargo desde febrero de 2017. También exembajador en la ONU, es partidario de que el Pentágono bombardee a Irán para poner fin al programa nuclear de la nación persa y rechaza la constitución de un Estado palestino. Además, acusó a Obama de ser demasiado débil en la arena internacional, en especial respecto a Siria.