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viernes, 13 de abril de 2018

Los Gunners también hicieron su trabajo

Por Yordan

Avanzó, pero el susto se asomó a su puerta. Arsene Wenger admitió este jueves que estaba nervioso y temeroso cuando el club de sus amores, Arsenal, debió luchar con todas sus fuerzas ante el CSKA Moscú para colarse en la ronda semifinal de la Europa League. Nada fue tan fácil como Wenger y sus jugadores planearon.

Los Gunners se jactaban de una ventaja de 4-1 alcanzada como local, pero se encontraron merecidamente rezagados de visitantes en una noche en que Fedor Chalov y Kirill Nababkin se abalanzaron sobre la portería del veterano Petr Cech para poner a los anfitriones cerca de un improbable giro.

Arsene Wenger suspiraba profundo y no entendía la situación, hasta que el inglés Danny Welbeck detuvo la remontada con un gol bien logrado en el minuto 75, el primer disparo del Arsenal en la noche. Después, Aaron Ramsey anotó en tiempo de descuento para sellar un empate 2-2, enviando al Arsenal 6-3 en el global.

Fue una noche mucho más nerviosa de lo que los Gunners habrían anticipado y Wenger puso eso al margen de la victoria de la primera etapa. "Se puede ver que cuando hay una gran diferencia después del primer juego es difícil aparecer con la misma urgencia que si la diferencia es muy pequeña y eso jugó un papel en la primera mitad”, explicó tras finalizar el partido.

"Jugamos contra un buen equipo. Sabía eso después del primer juego y eso lo demostraron nuevamente esta noche, nos dieron muchos problemas", dijo. "Si consideramos todos los resultados como una imagen completa en Europa esta semana, diría que los equipos se han acercado y los juegos son muy abiertos y todo es posible en cada juego", agregó.

Ya más tranquilo, sedado y feliz, Wenger no se atrevió a comentar sobre qué equipo le gustaría para la ronda de los cuatro mejores. El resto de los agraciados en el bombo son Atlético de Madrid, Marsella y Red Bull Salzburg.

"Todo el mundo habla sobre el Atlético de Madrid que se ve como el equipo más fuerte en el papel… quizás sea mejor no desear a nadie", espetó. Ahora a Wenger solo le resta esperar a su venidero rival en busca de maquillar una mala temporada en la Premier, la peor en puntuación desde que está al frente de los Gunners.