Una sorpresa en la Universidad de Columbia
Una joven de apenas 23 años se hizo acreedora esta semana del codiciado premio Pulitzer en la categoría de Periodismo. Una sorpresa que la tomó dando clases en un aula de la misma institución académica que otorga los codiciados galardones. El reconocimiento lo mereció con un reportaje realizado cuando se encontraba trabajando como becaria.
La pasada semana la Escuela de Periodismo de la prestigiosa Universidad de Columbia anunciaba sus famosos y codiciados Premios Pulitzer, entre los cuales los más importantes han sido siempre los de periodismo, desde que los fundase el famoso y polémico editor de prensa. Y resulta que esta vez entre los galardonados se encuentra una estudiante de apenas 23 años de edad en esa misma escuela de posgrado, Mariel Padilla, quien se enteró a través de un tuit de un amigo en pleno desarrollo de una clase de la profesora Giannina Segnini sobre la encriptación de los e-mails enviados por los profesionales de la prensa de un país a otro.
Antes de ingresar a Columbia, cuyo programa máster dura unos dos semestres, Padilla formó parte el verano pasado de un equipo investigativo del Cincinnati Enquirer, donde se encontraba de becaria, que publicó un sobrecogedor reportaje sobre el resurgimiento de la heroína en los Estados Unidos. La becaria creó durante la semana que duró la polémica investigación una minuciosa base de datos de cada detención relacionada con los opioides en la cárcel del condado norteamericana de Cincinnati. Un trabajo agotador, de muchas horas al día, que acabó siendo esencial para que sus compañeros completaran su profunda investigación con datos realmente significativos. Tan bueno fue el resultado alcanzado que el reportaje tiene ya su premio Pulitzer y entre los nombres de los flamantes galardonados aparece el de la joven becaria, hoy aspirante al máster en la propia Columbia.
Ganar un Pulitzer mientras estudias en la misma escuela que los otorga es totalmente fuera de lo normal. Pero lo que los veteranos resaltaban es que este acontecimiento confirma que sigue vivo el principio de la más famosa escuela del ramo en el mundo: de entre los muchos candidatos a ser admitidos, suelen resultar muy favorecidos los que poseen alguna experiencia previa en el terreno del ejercicio periodístico, porque la tarea de la Universidad de Columbia es esencialmente refinar las técnicas profesionales.
Mucho antes de imaginarse que ganaría el mítico premio Pulitzer, Mariel ya había elegido especialización en Columbia: periodismo de datos. Una rama nueva que las viejas promociones no conocieron.
