Ventajas y desventajas de los lubricantes íntimos
La industria del consumo es una máquina de vender constante que nos inocula la idea de que necesitamos algo en lo que ni siquiera habíamos pensado. Ninguno de nosotros está exento de caer en sus redes. Así pasa con la industria de los cosméticos eróticos que lanza periódicamente nuevos productos para supuestamente potenciar el sexo. Nos hacen creer en la “absoluta necesidad” de los lubricantes íntimos para una relación sexual más placentera.
Los venden en diferentes versiones, con sabores, aromas y hasta con algunos efectos térmicos al entrar en contacto con la piel.
Y sí, pueden ser todos muy excitantes, pero nunca creernos que es solo eso lo que condicionará nuestro placer.
La lubricación vaginal natural en las mujeres es absolutamente suficiente para la penetración.
Aunque el tiempo entre la excitación y la lubricación puede variar, hay edades, alteraciones hormonales u otras causas que pueden dificultar un poco el proceso.
Otras mujeres sienten dolor en sus relaciones sexuales causado -muchas veces- por la propia sequedad vaginal.
En cualquiera de estas situaciones, la solución es consultar a un médico, que será el indicado para recomendar el uso del lubricante íntimo específico para cada caso.
Existen diversos tipos de aceites de acuerdo con la sustancia principal usada en su fórmula.
Entre los más comunes están los elaborados a base de aceite, agua y silicona. Estos dos últimos son los más recomendados, pues no causan irritación ni rompen el látex del preservativo.
Los de agua son los que más se venden y los que tienen menos contraindicaciones. Se disuelven en contacto con la piel, no manchan los tejidos y no engrasan. Satisfacen casi todas las exigencias y son compatibles con los preservativos y los métodos anticonceptivos.
Están pensados especialmente para las mujeres con pieles sensibles, y se deben aplicar con frecuencia durante las relaciones porque se absorben fácilmente por el organismo. A estos lubricantes se les conoce como lubricantes naturales porque contienen muy pocos aditivos y sus ingredientes son a base de plantas como el Aloe Vera.
Los fabricados a base de silicona duran más que los compuestos a base de agua y requieren menos aplicaciones.
Otros, en cambio, pueden causar reacciones alérgicas dependiendo de la sustancia usada en su fórmula.
En el caso de que sufra una reacción alérgica por esta causa, es necesario suspender su uso y lavar inmediatamente la región con abundante agua corriente y consultar un médico lo antes posible.
No es aconsejable que se automedique, pues un medicamento equivocado puede agravar el cuadro.
Productos lubricantes a base de agua y silicona son los mejores para evitar reacciones alérgicas.
Los productos caseros, aceites y lubricantes a base de petróleo, pueden causar reacciones alérgicas y romper el látex del preservativo. Expertos recomiendan evitar también los productos con demasiado aroma o sabor, pues mientras más artificial, más sustancias químicas tendrá en su composición.
Otra desventaja de no usar los productos recomendados por tu médico o terapeuta, es que lubricantes íntimos facilitan también facilitan el transporte de bacterias.
Para preservar la flora vaginal de una posible contaminación de gérmenes, se aconseja evitar todo contacto entre la mucosa y el producto.
Otros productos tienen poder anestésico y causan un adormecimiento en la región. Este tipo de lubricante es muy peligroso porque la mujer no sentirá nada durante la penetración y el movimiento del pene es capaz de lesionarla mucho sin que lo note en el momento.
