Bardem apoya a Toledo en su juicio contra los sentimientos religiosos
El actor español Willy Toledo, quien se encuentra acusado de un presunto delito contra los sentimientos religiosos no acudió a declarar al tribunal en Madrid, España y en su lugar ofreció una rueda de prensa acompañado de otros compañeros de profesión que lo apoyan, así como teólogos, juristas, entre otros.
Ante los medios, en la iglesia San Carlos Borromeo, un templo religioso conocido como la 'iglesia roja' en Vallecas, se ha presentado Toledo con este grupo de personas que lo apoyan, con el objetivo de denunciar la injusticia a la que se está viendo sometido. El actor declara y defiende la libertad de expresión", y que aunque "no profeso odio a la religión católica" asegura "no he cometido ningún delito y, por lo tanto, no hay ninguna necesidad de que yo comparezca ante un juez para declarar sobre mis sentimientos religiosos, mi ideología, mi manera de pensar, mi sexualidad", puesto que "la Constitución [española] me ampara en todos esos hechos".
Igualmente el también actor Javier Bardem, quien acompañó a Toledo en esta presentación declaró no solo para apoyar a Willy, sino para defender la libertad de expresión, que hoy está en peligro", asegurando que "todo esto nos retrotrae a la época franquista".
La acusación a Toledo parte de unas declaraciones que realizó el actor en su perfil de Facebook, en la que escribía: "Yo me cago en dios, y me sobra **** pa cagarme en el dogma de 'la santidad y virginidad de la Virgen María'’. Un comentario que escribía tras el incicio de un juicio que se realizara contra tres mujeres por marchar en procesión por Sevilla, cargando una representación de una vagina gigante, acto que indignó en demasía a la comunidad religiosa, como era de esperar.
El actor ya faltó a su citación del pasado 18 de abril, aunque esta última se canceló debido a un a una huelga de jueces y se reajustó para el próximo 28 de junio, como nueva fecha para comparecer ante un juez. Aunque posiblemente tampoco asista a esta próxima cita porque se encuentra muy convencido de su posición. Su abogado, Enrique Zulueta, recuerda a los juristas que España "es aconfesional desde 1978" y explica que el Código Penal está para proteger valores importantes en los que haya consenso social y los sentimientos religiosos es obvio que no son uno de ellos".
