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lunes, 7 de mayo de 2018

Cien reporteros menos por año

Por mestiza93

No es secreto para casi nadie que el periodismo en todo el mundo se halla en una especie de jaque. Entre la innovación tecnológica y la polarización política que ha exacerbado la rápida difusión de discursos de incitación al odio, misoginia, y noticias falsas; el oficio se está convirtiendo no precisamente en el mejor del mundo, como decía el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

Ante estas barreras del mundo contemporáneo, muchas veces los gobiernos adoptan restricciones sobre la libertad de expresión y siempre terminan perjudicados los periodistas. En ese sentido, resulta alarmante la cifra de la Unesco que refleja unas 530 bajas en el gremio mundial, entre el 2012 y el 2016. La media de dos reporteros por semana puede resultar más estridente aún. Pero esto quizás no sea visto ya como noticia, por la naturalización a la que ha llegado. Para colmo, solo en uno de diez casos se hizo justicia.

Así está escrito en el último reporte de la UNESCO -Tendencias Mundiales de la Libertad de Expresión y los informes sobre el desarrollo de los Medios de Comunicación-, a propósito de la Jornada Mundial para la Libertad de Prensa.

Aunque esta última fue proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas desde 1993, hasta hoy sobrevive y continúa creciendo “la impunidad para los crímenes contra los periodistas”. Y aún más: “excede la norma”, según el informe de la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Precisa que en el 92% de los casos, los periodistas eran reporteros locales. En contraste, en los últimos 10 años, “fueron 800 los periodistas asesinados. De estos crímenes cerca de 9 sobre 10 quedaron impunes”, explicó a su vez Getachew Engida, el vicedirector general de la UNESCO.

Destacó que “todos estamos de acuerdo en que no existe democracia sin libertad de expresión, como no hay desarrollo sin democracia”. Por otra parte, la muerte ha inundado el sector en otro sentido. A una muerte digital han querido condenar los gobiernos a los periodistas arriesgados. La audacia se paga caro en los juegos de poder: “el número de veces en los que se impidió el acceso a Internet pasó de 18 en el 2015 a 56 en el 2016, así como aumentaron también los bloqueos y filtros”, señala el informe.