La comunidad, la maestra en las cavernas
La comunicación es una de las cuestiones imprescindibles en todos los grupos donde la socialización es necesaria, ya sea en comunidades humanas o de otras especies de animales. En este sentido, se conoce que en la mayoría de las dinámicas sociales los tutores o maestros que suelen enseñar los códigos de comunicación suelen ser los padres, sin embargo no siempre ocurre así.
Anteriormente se consideraba que los murciélagos egipcios de la fruta, científicamente nombrados ‘Rousettus aegyptiacus’, asimilaban sus comportamientos, incluyendo la comunicación, de sus progenitoras, cuando en verdad solo repiten los sonidos que efectúan los miembros de su colonia. Este método de comprensión, se le conoce como aprendizaje vocal y, a pesar de haber sido comprobada en humanos, ballenas y otros mamíferos, solo hasta ahora se descubre en especies de murciélagos. Los especialistas consideran que estos constituyen una excelente opción en el camino de comprender este tipo de aprendizaje, ya que son mucho más factibles de manipular que otras especies.
Para el estudio de estos, los científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, obtuvieron unos quince ejemplares con el propósito de comprender sus métodos y formas de aprehender la comunicación. Los trasladaron a su laboratorio, colocando a cada madre con su cría en un grupo de cinco murciélagos. La obtención de estos ejemplares se puede efectuar de manera más fácil y rápida debido a su pequeño tamaño. A cada conjunto le pusieron una grabación de colonias de murciélagos con diferente frecuencia acústica cada una. Luego de 14 semanas las madres fueron liberadas del encierro, dejando a sus crías unas 17 semanas más en el laboratorio. Tras esta separación, los especialistas observaron que las crías imitaron el tono de la grabación canalizada, con el que convivieron durante ese tiempo y no solamente el aprendido por sus madres.
Todo ello hace suponer a los investigadores que se podría avanzar en el estudio de cómo se establece este proceso en los mamíferos y especialmente en los cerebros humanos. Por lo tanto constituyen estudios preliminares para estudiar este comportamiento, como parte imprescindible del proceso de comunicación en todas las especies que viven en comunidad. En este sentido la comunicación constituye un componente fundamental e imprescindible para el adecuado desarrollo de las dinámicas sociales del grupo.
