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domingo, 6 de mayo de 2018

Relato perverso de un juicio imposible

Por thesunrisegirl

Por si no tuviéramos bastante con la rabia, el estupor y la preocupación por la gravedad que implica una sentencia como la del juicio de “La manada” contra la seguridad de las mujeres, además tenemos que soportar estos días la embestida reaccionaria desde diversos medios de comunicación que nos minimizan acusándonos de “histéricas”, “machorras”, “exageradas”, “feminazis”, cosa curiosa, eso de que nos culpen de sacar las cosas de quicio, aquellos que por abandonarles nos matan de una paliza en medio de la calle, estrangulan a nuestros hijos en venganza o nos queman vivas atadas a una silla. Y a la vista de esta visión distorsionada de la realidad que nos han vendido por tierra mar y aire, nosotras debemos reinventar la historia y analizarla desde otras ópticas para entender hasta que punto es perversa. Os propongo un ejercicio de reflexión a través de este relato distópico de un Juicio que NO podría pasar en España... si la agresora fuera mujer...claro. #Noesno #Noesbausoesviolacón #Yosítecreo. #Cuéntalo

Sala a rebosar, comienza la sesión.

Antonia, 50 años, acusada de agredir sexualmente a Manuel, 18.

Acusada: Señoría entiéndalo, este chico, con ese culito en pompa, agachado, montando su vela y enseñándome la rajita reiteradamente me estaba incitando, así que, como cualquiera hubiera hecho, le metí el mástil 4,70 por el culo hasta la garganta. Pero solo porque era su voluntad, lo estaba pidiendo.

Víctima: Señoría, en ningún momento mi voluntad fue que me metieran un mástil por el culo, estaba agachado montando mi vela para salir a navegar.

Acusada: Señoría, como todos sabemos gracias a Porntube, si alguien te enseña la rajita del culo es que está pidiendo guerra, y si no que se hubiera puesto un neopreno de cabeza a pies. Es que van provocando y luego se quejan de que los violen.

Víctima: En ningún momento incité, alenté o interpelé a absolutamente nada a esta señora.

Acusada: Señoría, como usted bien sabe, en este país no es la voluntad de la víctima la que importa, sino la interpretación de ésta que pueda hacer yo y la justicia, así que claramente, entiende mi postura.

Juez: Evidentemente, prosiga, que ya estoy poniéndome palote.

Acusada: Una vez le metí el mástil por el culo, aulló como un perro en celo y se puso en posición fetal, lo que claramente era una señal de que aun le cabía otro más, así que le descerrajé otro, pero siempre con respeto y con ninguna intención de hacer daño, yo tan solo atendía a sus deseos.

Víctima: Aullaba y me puse en posición fetal porque sentía el dolor, me destrozaba por dentro.

Juez: Pero usted no pidió que parase explícitamente, luego dio su consentimiento.

Víctima: No podía hablar porque del dolor comencé a vomitar.

Acusado: Pero señoría, como usted comprenderá, cuando usted ve a una persona excitada, aullando y vomitando, una piensa…uy, uy, uy, a este tío le va el sexo escatológico, y si no pregunte en ForoCoches, así que le metí las cacas de mi perra en la boca… a mi no me va mucho este tipo de sexo, soy más tradicional, pero estaba clarísimo que lo estaba pidiendo a gritos.

Víctima: Señoría, en ningún momento de mi vida he deseado que me metan la caca de un perro en la boca y mucho menos lo he dado a entender.

Juez: Con todos mis respetos, usted no sabe cual es su voluntad, déjenos a los condescendientes retrógrados que determinemos cual es. Está usted molestando mucho, no me extraña que le metieran algo en la boca para que se callase!

Acusada: Si señoría, es que a los tíos como estos que son unos guarros hay que empalarlos a todos para que aprendan.

Juez: Me estoy enamorando de usted, además de estar muy cachondo.

Víctima: Señoría, con su permiso, la víctima soy yo, me siento juzgado por una “voluntad y deseos” que no me pertenecen ni he expresado, sino que ustedes han interpretado ignorando en todo momento mi testimonio.

Juez: ¿Víctima?… eso habrá que verlo, porque si usted es un guarro que va mandando señales equívocas, igual al que hay que meter en la cárcel es a usted por incitar a una señora, un poco traviesa sí, pero no mala gente, que tiene familia, a un juzgado acusándola en falso de cometer delitos contra usted. Qué más querría yo que esta señorita me metiera lo que quisiera por el culo… es que a los machonazis todo os parece mal, ¿Donde está libertad que tanto pregonáis?

Acusada: Prosigo señoría, ahora que la tiene usted bien morcillona.

Tras meterle los dos mástiles por el culo, vomitar y meterle la caca en la boca, siempre a instancias de él, simuló un desmayo, que como usted sabrá gracias a los chistes que pasan por los grupos de whatsapp sobre la burundanga es señal inequívoca de que quiere más y estaba claro que le ponía mucho “la petit mort”, así que agarré un cabo y le apreté el cuello hasta que estaba bien rojizo de excitación,… luego dirá que eran imaginaciones mías para hacerse el digno… cuando ya estaba palote, palote, solté el cabo y mientras jadeaba como loco mascullaba “Me muero, me muero” que como usted sabe de sobras gracias a los putos con código de barras tatuado de la Jonquera es señal inequívoca de que está muy cachondo.

Víctima: Señoría, estaba literalmente muriendo asfixiado entre dolores insoportables dentro de mi cuerpo y con la boca llena de vómito y ****.

Juez: ¿Y porqué no le pidió que parase en algún momento? ¿Apretó las nalgas con suficiente fuerza? No debió de sufrir tanto si le veo con esa buena cara, bronceado y bien vestido. No costa en el acta ningún intento de suicidio por su parte, mientras que la semana pasada salió a navegar y los testigos cuentan que disfrutó. ¿Desde cuando una víctima tiene derecho a rehacer su vida y venir al juzgado limpio, bien vestido y peinado? Si al menos no se hubiera puesto desodorante…pero así, entienda que ponga en duda su credibilidad…yo mismo he sentido que me provocaba con ese culito al entrar en la sala.

Acusada: Ve señoría como es un manipulador, dice que NO cuando quiere decir SI, como todos los hombres que son unos putos y luego van de estrechos.

Juez: Tiene usted razón señorita, no solo es una gran mujer sino un ejemplo de sentido común para la sociedad. Que no se pierdan nuestros valores y costumbres, Viva España.

La bancada de tertulian@s de 13Tv y medios afines que siguen en directo el juicio, enloquecen y con los brazos y rabos en alto cantan el himno nacional, con letra y todo de Marta Sanchez. En medio del jolgorio y regocijo uno de ellos se viene arriba e invita a la corrida de toros de las Ventas a toda la redacción. Todos aceptan, no hay nada como una buena jornada de victim blaming, nacionalismo y toros. El director coge su mejor caja de puros por si se encuentran con Froilán en el palco de autoridades.

Juez: Señores, por favor, silencio en la sala, que aunque está claro que es un zorrón se merece justicia… aunque me parece muy significativo que usted es ateo y reniega de dios y la Semana Santa, eso, sin duda es signo de falta de contención, perversión y lujuria, por no destacar que está a favor de que la unión entre sarasas y tortilleras se llame “matrimonio”…

Desmayos entre los asistentes porque más de una década después de aprobarse la ley de matrimonio igualitario siguen en tratamiento psicológico…los que mantienen la consciencia claman mirando al cielo, “que hagan lo que quieran, pero que no lo llamen matrimonio”… y comentan para avalar la razón irrefutable de su teoría que tienen amigos gays.

Víctima: Señoría, no creo que mis creencias tengan nada que ver en este caso, esta señora, me agredió, humilló y violó sin mi consentimiento y merezco un respeto como persona.

La madre de la víctima alza la voz entre los asistentes, “Piense en que sentiría si le pasara a su hijo, o a su padre o a su nieto, que pensaría entonces”.

Juez: No sea demagoga y populista señora, mi hijo tiene un Master de la Juan Carlos I y no le enseña la raja del culo a cualquiera y a mi abuelo no se atreva a mentarlo, que estos rojos le han quitado el nombre a su calle para dársela a una poeta gorda que escribe de pollos y era un hombre de bien y de su casa, que si alguna vez cometió un error, ahí estuvo mi madre para enderezarlo con el cinturón.

Víctima: Señoría, agradezco el apoyo de mi madre, pero no creo que merezca el respeto por la relación que podría tener para con usted, ser su hijo, nieto o su abuelo, sino por ser una PERSONA. Eso debiera bastar para que respetase mi testimonio y aceptase que mi voluntad es la que es, y no la que usted o mi agresora interpretan.

Juez: Vamos a dictar sentencia porque usted es un incendiario y claramente se ha propuesto destrozar la vida de una señora que por una travesura que se le fue un poco de las manos llevada por la inocencia e incapacidad de interpretar las señales de un provocador como usted está sufriendo injustamente.

Le declaro culpable de incitar a esta señora, respetuosa con el estado de derecho, a que le metiera dos mástiles por el culo, caca de perro en la boca y le estrangulara repetidamente, todo con el fin de excitarse sexualmente y aprovecharse de los impulsos naturales que cualquier señora de bien tiene por naturaleza.

¿Víctima?: Pero Señoría, yo soy la víctima, ¿Cómo puede dictarme sentencia de culpabilidad? Si encima de atacarme violentamente me robó el móvil para que no pudiera pedir auxilio.

¿Juez? ¿Se resistió usted al robo? Estoy convencido de que el móvil cayó por error involuntario en el bolso lleno de cremas de esta señora.

¿Acusada?: Señoría deje que le explique, que yo, cuando lo vi que de gusto se había quedado así de dormido me dije: “Ala, a descansar, que menudo rato bueno nos hemos pasado”, y como me quedé sin batería en el mío le pregunté si me dejaba llevarme el suyo, que ya a la próxima se lo devolvería, y como no me dijo que no, pues sobreentendí, como cualquier persona humana con sentido común, que me lo dejaba desinteresadamente. Por lo tanto, ensuciar mi honor acusándome de agredir, cuando lo único que hice fue darle gusto a este guarro, y llevarme un Iphone 6 que me prestó voluntariamente, que ya ves que porquería, si ya está el 7 en la calle, esto ya no sirve para nada, encima de guarro, cutre. Las gracias me tenía que dar.

¿Juez?: Señora, es usted refrescante como un Tang de naranja, hacía años que no encontraba un alma gemela con quien sintiera una conexión y empatía tan inmediatas, su relato, tan elegante, tan cuidadoso de como accedió a las peticiones de un manipulador, que la dirigió y engañó para satisfacer sus más bajos instintos me emociona y tengo que decirle que me he corrido tres veces durante la sesión. Sería usted una jueza maravillosa. Si alguna vez se plantea entrar en la carrera judicial no dude en llamarme, seré su mentor y mi culo estará siempre su disposición, para lo que usted quiera meter.

¡Viva España!

Se levanta la sesión,

mientras a la víctima

justicia no se impatió.