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miércoles, 13 de junio de 2018

Podremos rectificar nuestros errores

Por deltoro

Pregunta numero uno: ¿Sabes caminar? Muchas personas no saben hacerlo con la soltura necesaria. Trata de caminar iniciando el movimiento desde las caderas. El peso corporal debe seguir las piernas de este modo tendrás una marcha armónica. El cuerpo debe permanecer durante un instante suspendido para que el pie delantero pueda completar el paso con ligereza. El mecanismo, al principio, te va a costar un poco de trabajo, pero después todo funciona de maravilla. Otro consejo puede ser que trates siempre de caminar siguiendo una especia de aire musical. Esta cadencia inspira gracia y elegancia. Es agradable pasear por las calles envuelta en tu ritmo interior. Por supuesto, ayuda mucho a mantener un aire flexible si practicas gimnasia.

Los pies por si solos son un elemento importantísimo del cual depende, además de la marcha, tu aspecto. ¿Cómo los tienes? Quiero decir, cuando estas de pie y cuando marchas, los llevas hacia adentro y hacia afuera. La mejor postura se logra cuando los apoyas bien derechos, ni hacia adentro ni hacia afuera. Debes dar la impresión de que el tacón y la punta tocan el suelo simultáneamente, aunque, en realidad, el tacón se toca el piso un poco ante que la punta. Solo una fracción de milésimas de segundo antes, pero este solo hecho garantiza caminar, de forma correcta, y proyectar una imagen flexible. Por el contrario, si colocas primero la punta del pie, te sentirás frenada, y además tu paso será poco desenvuelto.

La espalda debe permanecer firme, y no participar del movimiento de las piernas. También la cabeza juega un papel importante. La nuca debe estar siempre en línea con la columna vertebral. Por ejemplo, aprende a andar moviendo la cabeza con gracia y mirando con interés a las personas que están a tu alrededor. Sin lugar a dudas, toda tu figura reflejara seguridad en los movimientos y en el andar. Por ende una fea postura, a la cual te acostumbras sin darte cuenta. Esa, cuando te paras y caminas con la espalda encorvada, el vientre distendido y los hombros hacia delante. En esa posición, la caja torácica se contrae y el diafragma queda inmovilizado, así que solo podrías respirar con la parte superior del tórax y utilizar un cuarto de tu capacidad pulmonar. También es importante que cuiden mucho el sobre peso alrededor de la cintura, que perjudica el buen funcionamiento de los pulmones. Para respirar correctamente tienes que ejercitar el diafragma. Este es un musculo que separa el tórax de la cavidad abdominal y que atrae el aire hasta la parte inferior del pulmón, donde circula la mayor cantidad de sangre. Recuperar esa capacidad innata requiere de práctica.

Acostúmbrate a tomar aire con el vientre y no con el pecho. Es más fácil si adoptar una buena postura como la espalda mas rectas, vientre contraído (sin forzar) y hombros relajados. Así, ayudas a tu corazón a bombear más y mejor sangre y te sentirás fuerte y sin dolor en la espalda. Y además parecerás más alta, esbelta y segura de ti misma. Respirar bien garantiza salud y belleza, a la vez que mejora todas las funciones vitales, oxigena tu piel y te hace sentir llena de energías.

Para estar bien sentada preocúpate por las maneras en que lo haces. Cuida de la posición de tus rodillas, los tobillos y como cruzas las piernas. También trata de no cruzar los brazos sobre el pecho. Es una actitud defensiva, nada atractiva ni muy buena para tu salud, pues afea el porte, curva los hombros, casi siempre suelta el vientre y produce una expresión triste y sin gracia.

Observa tus rasgos faciales si tu cara es muy larga entre las bases del mentón y de la nariz, tendrás una apariencia muy afilada. Como primera acción, evita los peinados que cubran mucho el resto de tu rostro. Tapa tus orejas con el pecho, así suavizas la dureza del mentón. Por el contrario, si la parte inferior de tu cara es demasiado breve, emplea el mismo recurso, pero en sentido inverso. Da importancia a la nuca ahuecando tu pelo. Estudia el área central de tu rostro, desde la base de las cejas hasta la base de la nariz, si es menor que el tercio de la superficie total, no peines tu pelo con flequillos en la frente. Se este sector medio es muy largo, lo suavizas su haces descender una onda suelta que desde el centro de la frente se prolongue hacia la nuca. Para el primer sector, cuando desde las cejas hasta el nacimiento del pelo el área es muy estrecha, cubre la frente. Si tu frente es abovedada no te peines hacia atrás. De esta manera las otras partes del rostro parecerán más reducidas. Soy partidaria de que el secreto esta en ese algo que se llama saber llevar.