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martes, 19 de junio de 2018

Un camino para alcanzar la longevidad

Por Elizabeth Almeida

¿Cómo podemos vivir más tiempo? Una de las grandes interrogantes de la humanidad es lo que durante décadas ha estado intentando descifrar la científica estadounidense experta en envejecimiento Cynthia Kenyon. Si bien Kenyon no es la única científica renombrada en este interesante campo, lo que la hace especial es su puesto como vicepresidenta de Calico, la empresa fundada hace unos cinco años por la multimillonaria Google que cuenta con miles de millones de dólares para encontrar respuesta a uno de los misterios más grandes: el envejecimiento.

La misión de Calico es entender mucho mejor este proceso natural de deterioro de nuestras células y desarrollar los mecanismos necesarios para detener, ralentizar e incluso retroceder este fenómeno que nos lleva inevitablemente a la muerte. Cynthia ganó fama y reconocimiento en las investigaciones de esta índole gracias a un estudio pionero con una especie de gusano de no más de 1mm de largo que vive en ambientes templados conocido como C. elegans.

Estos animales son considerados ideales para el estudio del envejecimiento, pues tienen una vida que solo dura de dos a tres semanas, son transparentes y es relativamente sencillo cambiar las funciones de sus genes. El equipo de la científica descubrió que al deshabilitar parcialmente uno solo de sus genes, llamado daf-2, se logró duplicar la vida de estos gusanos y que envejecieran mucho más lento de lo normal.

Este descubrimiento causó una gran impresión en el mundo de la ciencia pues hasta ese momento se pensaba que para retardar el proceso de envejecimiento uno quizás tendría que reprogramar poco a poco las distintas partes del cuerpo tales como el cerebro, la piel, los órganos del cuerpo o los propios músculos.

Así que la idea de que con cambiar un solo gen ya se podría ralentizar el envejecimiento fue un concepto totalmente nuevo en este campo de investigación. A pesar de ello la científica confiesa que el proceso de investigación para aplicar un proceso similar con seres humanos es mucho más complejo. Kenyon explica que el estudio del envejecimiento se hace en Calico desde tres enfoques principales: político, evaluativo e innovador.

El político tiene que ver precisamente con la dificultad que hay en Estados Unidos para que la Administración de Alimentos y Medicamentos apruebe un fármaco contra el envejecimiento ya que la vejez no está considerada como una enfermedad y por lo tanto no se puede autorizar un tratamiento para algo que no está concebido como un mal que hay que curar. En otras palabras, lo que actualmente permite a los científicos de todos los campos obtener la aprobación de la agencia regulatoria para desarrollar las diversas terapias no es extender la vida sino intentar prevenir, tratar y/o curar las enfermedades reconocidas.

La segunda manera de buscar las codiciadas respuestas para evitar la vejez es revisando los diversos estudios y avances que se han realizado en animales y verificar si estos se pueden aplicar en los humanos y así mantenerlos sanos.

Y el tercer y último enfoque es intentar averiguar si existen incluso más formas de extender la vida de la que todavía no se tenga ni idea; una posibilidad que seduce a todos aquellos que quieren plasmar su nombre con letras bien grandes en la historia de la ciencia al darle respuesta a una de las cuestiones más polémicas y comentadas de la humanidad.