El chocolate cambia nuestro cerebro
Un reciente estudio ha revelado que la comida con índices altos de calorías, como los chocolates y otros dulces, provoca cambios en la región del cerebro vinculada a las adicciones. La investigación estuvo liderada por un equipo de profesores de la Universidad Pompeu Fabra, universidad pública de Barcelona y la única universidad española que se encuentra entre las 200 mejores del mundo.
Mediante un experimento con ratones los autores de la investigación pudieron comprobar que el consumo prolongado de los productos que contiene más calorías altera la plasticidad y el funcionamiento del núcleo accumbens cerebral. Esta es una región del cerebro que está compuesta por un grupo de neuronas del encéfalo a las cuales se le atribuye una función sumamente importante en el placer, que involucra además cuestiones como la risa y la recompensa, así como también el miedo, la agresión y la adicción, como intenta demostrar el estudio.
Los investigadores consideran que este estudio abre nuevas vías para tratar la obesidad, pues esas alteraciones que producen los alimentos inciden sobre las conductas alimentarias y son consecuencia de la activación de células inmunitarias y de procesos inflamatorios del cerebro. Por lo que los resultados del estudio, al menos con esta prueba experimental, ofrecen indicios de que estos alimentos trasformen regiones del cerebro como la mencionada, lo cual traiga como consecuencia el desarrollo de procesos de adicción en las personas que consumen estos productos.
Durante el estudio un grupo de ratones fueron expuestos a lo que los expertos consideran un ‘’dieta de cafetería’’, caracterizada por el acceso ilimitado a comida chatarra y a chocolatinas de alto valor calórico, comprobando que el consumo de los mismo provoca la transformación en la forma y funcionamiento de este núcleo cerebral quien se encuentra involucrado en el circuito cerebral de premio-recompensa, en el que también están involucradas otras neuronas y células cerebrales.
La próxima etapa del experimento sería trasladar estos exámenes a pruebas clínicas en humanos para comprobar si los alimentos con alto contenido calórico ejercen igual influencia en las neuronas cerebrales de los seres humanos, lo cual supondría un avance médico en el plano de las adicciones a la comida, que provoca enfermedades como la obesidad.
