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martes, 29 de noviembre de 2016

Los rebeldes se desmoronan y los civiles huyen

Por Internacional Newsgur

Bana Alabed tiene siete años y transmite en directo los bombardeos en el este de Alepo. Esta niña explica vía Twitter todos los horrores de la guerra con la ayuda de su madre. Entre sus muchos tuits donde llora la muerte de sus amigos destaca su última publicación: un vídeo de su casa convertida en escombros. Bana es una de las muchas personas que quedan en la zona rebelde de la ciudad, y que el gobierno de Bashar al-Assad está empeñado en recuperar. La última ofensiva del ejército ha provocado un éxodo masivo de civiles desesperados y los rebeldes – el Ejército Libre Sirio – han perdido un tercio de los vecindarios que se encontraban bajo su control.  

Los que consiguen escapar de la masacre huyen a territorio controlado por el mismo gobierno, o zonas bajo influencia kurda. También hay civiles que huyen hacia zonas aun controladas por los rebeldes. Se calcula que al menos 16 mil personas se han desplazado recientemente debido a los bombardeos indiscriminados sobre Alepo. La intención de Assad es tomar la ciudad entera, y por el momento progresa gracias al apoyo aéreo y marítimo de Rusia. El Ejército Libre Sirio, que tomó la mitad de la ciudad en 2012, ha sufrido esta semana su peor revés desde el inicio del conflicto, y poco a poco van perdiendo los vecindarios del este de Alepo.  

Los medios estatales han anunciado que el ejército está desmantelando las minas colocadas entre ambos bandos y que poco a poco avanzan hacia su objetivo. Por ahora – según el gobierno – al menos 100 rebeldes han depuesto las armas y han abandonado la ciudad. La gente duerme en las calles y la escasez de alimentos, agua potable y medicamentos se extiende a los equipos humanitarios.  Los bombardeos más recientes, además de destrozar gran parte de la ciudad y casas como la de Bana Alabed, han acabado con la vida de 250 civiles, a los que se han de sumar las víctimas provocadas por el bando de los rebeldes.