La política occidental tiembla pero Spain is different
Fuerte sacudida en el establishment occidental. Los líderes europeos están empezando a caer como moscas y los movimientos populistas – de un extremo y otro – toman posiciones y preparan su asalto al poder. El contexto social (refugiados, básicamente, y atentados terroristas) y la crisis económica han catapultado los extremismos en una Europa que a algunos les recuerda los años anteriores a las Guerras Mundiales. Obama primero, y ahora Renzi y Hollande, uno a uno se apartan de su cargo para dejar paso a las nuevas políticas de demagogia y palabra fácil.
La de la gran potencia occidental fue una de las derrotas más sonadas. Barack Obama, que no puede repetir por tercera vez consecutiva porque así está establecido, tiene que irse sabiendo que su puesto lo ocupará el populismo de Trump y no Hillary Clinton, a la que había preparado como sucesora. El magnate derrotó las encuestas que auguraban su derrota y ya prepara las maletas para mudarse a la Casa Blanca. En Inglaterra el Primer Ministro David Cameron también cometió el error de avalar el “no” en referéndum para el Brexit con su cabeza. La mañana siguiente salió ante los medios para anunciar su renuncia y poco después presentaba a Theresa May como encargada de liderar la salida de la Unión.
En Italia no han aprendido con el ejemplo de los anglosajones y Matteo Renzi ha dado por finiquitada su legislatura después de apostar por una reforma constitucional que no ha gustado a los italianos. Ahora están a la espera de un nuevo Primer Ministro, el tercero en 3 años. Ni dos afeitados duran los primeros ministros en Italia… La intención de reducir la burocracia italiana no ha dado el resultado esperado (reducir el Senado). Así lo ha señalado Renzi “yo quería reducir el número de los escaños y el sillón que ha saltado es el mío”.
Por otro lado, nuestros vecinos franceses se preparan para las elecciones generales del año que viene. François Hollande prefiere hacer mutis por el fondo antes de que los franceses se le tiren al cuello debido a los altibajos en su gestión, manchada por los atentados terroristas y las protestas violentas de los trabajadores. En su lugar se presentará Manuel Valls, que tendrá que competir directamente con la derecha de Fillon, revalidado por los votantes hace unas semanas, y la líder de la extrema derecha Marine Le Pen.
Un poco más arriba en el continente, Austria se ha jugado a cara o cruz este fin de semana la presidencia del estado. El ecologista Alexander Van der Bellen ha ganado el pulso contra el ultraderechista y anti europeísta Norbert Hoffer. Cerca de Austria, aguanta firme en su feudo Angela Merkel, pero herida por su política de puertas abiertas ante la crisis de los refugiados. Por el momento mantiene el apoyo de parte de Alemania, pero la extrema derecha se hace fuerte por momentos, y no son moco de pavo.
Inexplicablemente, y a pesar de ser el político peor valorado por toda la sociedad española, Mariano Rajoy sigue en la Moncloa. Definitivamente Spain is different.