Muguruza extravía la corona
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En una misma fecha, la actual campeona de Roland Garros, Garbiñe Muguruza, y una de las tenistas con mayor palmarés en la historia, Venus Williams, cayeron eliminadas en las pistas parisinas y quedó así frustrado su probable encuentro en cuartos de final de la edición 2017. La hispano-venezolana entregó las armas frente a la local Kristina Mladenovic (6-1, 3-6, 6-3) bajo un asedio feroz del público, que coreó a toda voz los puntos de su exponente y sacó de toda concentración a Muguruza. Por su parte, la estadounidense Venus, la mayor de las hermanas Williams, tampoco pudo contra el empuje de la suiza Timea Bacsinszky (5-7, 6-2, 6-1).
En la cancha Suzanne Lenglen, Muguruza no encontró la forma de corregir su errático paso durante la presente temporada, el mismo que la ha dejado fuera de todas las finales del curso, y se estrelló contra el muro de Mladenovic, francesa con orígenes serbios, quien, por el contrario, ha sido un torbellino en el 2017 con el título en San Petesburgo y la discusión del cetro en Acapulco, Stuttgart y Madrid. Desde el mismo inicio, a la chica nacida en Caracas le costó meterse en la dinámica vertiginosa de Kristina, cuyo ritmo de juego se intensificó a medida que en las gradas aumentaron los decibeles con cánticos que, según muchos medios españoles, se asemejaba más a un estadio de fútbol que de tenis.
“Ha sido duro, pero lo entiendo. Solo pienso que la gente podía haber sido un poco más respetuosa, incluso con el partido, porque yo he tenido que parar alguna vez. La juez de silla ha tenido que calmar a los espectadores varias veces. No estoy aquí para crear enemigos, me encanta jugar aquí, pero no es un gran sentimiento el que tengo ahora”, dijo Muguruza.
A pesar de sus inconsistencias con el servicio, reflejadas en 16 dobles faltas, Mladenovic atacó los flancos de Muguruza, a quien de poco le sirvió mantener igualada la cantidad de golpes ganadores. El temple de la anfitriona en las oportunidades de break, efectiva en la mitad de ellos (seis de 12), la condujeron a puerto seguro luego de que el nerviosismo, propio de verse a las puertas de eliminar a la campeona, le jugara una mala pasada.
Mladenovic, una jugadora muy expresiva, gritó en la cancha en repetidas ocasiones la palabra “Forza”, cuestión sobre la que fue interrogada Muguruza en la conferencia de prensa posterior al choque. En ese momento la hispano-venezolana rompió a llorar y tuvo que ser auxiliada por la responsable de prensa de la WTA, quien la sacó de la sala para que tomara aire un segundo. A la vuelta, Garbiñe aseguró, en tono irónico, que su rival habla 25 idiomas y no era extraño lo que había escuchado, aunque sí que no se esperaba la reacción del público, el cual se comportó “como en un partido de Copa Federación”.
Lo cierto es que Mladenovic, número 16 del mundo, limpió considerablemente su camino para seguir avanzando en Roland Garros. Su próxima rival en cuartos será la suiza Timea Bacsinszky, superior a Venus Williams este domingo. Puesto 31 en el ranking de la WTA, Bacsinszky intentará burlar el poderío de la anfitriona para ir, en semifinales, a la vencedora del match Jelena Ostapenko vs. Caroline Wozniack.
