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martes, 3 de octubre de 2017

La presión de la población provoca el traslado de agentes en Cataluña

Por Nacional Newsgur

Hasta 150 agentes de la Guardia Civil han tenido que ser trasladados por la presión de la población de Cataluña tras su actuación el domingo pasado durante la celebración del referéndum. Se trata de los antidisturbios destinados en el hotel Vila de Calella (Barcelona) a quienes el establecimiento les ha invitado a marcharse. Al parecer, las presiones de la alcaldesa de Calella habrían hecho que el propietario se haya visto obligado a librarse de los agentes, quienes desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han denunciado el acoso y la hostilidad a la que eran sometidos.

La Guardia Civil en Cataluña no deja de ser noticia. Tras su actuación en el referéndum ilegal del pasado domingo 1 de octubre, donde por orden judicial intervinieron para desalojar los colegios así como incautar papeletas y urnas dispuestas para la consulta secesionista; una parte de Cataluña condenó y sigue condenando los actos violentos que tuvieron lugar en puntos concretos del territorio catalán. Un domingo negro donde ciudadanos y agentes de las fuerzas de seguridad del Estado resultaron heridos y cuyo enfrentamiento parece que va para largo. Tras las declaraciones del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, condenando también lo que entiende como “brutalidad” policial, el fuego se avivó un poco más.

Una parte de la ciudadanía de Cataluña no quiere que los agentes permanezcan allí y así lo hacen notar. Es el caso de Calella (Barcelona) donde 150 antidisturbios de la Guardia Civil han tenido que ser trasladados ante la invitación de su hotel para abandonarlo. El pueblo no volverá a ver a unos agentes a los que la propietaria del establecimiento ha obligado a dejar sus instalaciones por supuesta influencia de la alcaldesa de Calella, del PDeCAT, según asegura la agencia Efe. Y es que, de no ser así, la misma alcaldesa habría amenazado con paralizar el expediente de una licencia de reforma total del hotel. Como informa la agencia, hasta los mismos trabajadores de dicho establecimiento habrían recibidos amenazas de muerte hacia ellos y hacia sus familias. Hechos a los que se unen los gritos, insultos o lanzamientos de botellas que se producían contra el hotel hasta bien entrada la madrugada. “No sois bienvenidos”, gritaban los vecinos tras finalizar la jornada electoral del domingo, que en Calella trascurrió sin incidentes y con los colegios electorales abiertos. Pero las cargas policiales en otras poblaciones les hicieron saltar y acudir al hotel a recriminar a los agentes la actuación de sus compañeros. Doce agentes salieron a plantar cara ante quienes les recriminaban y los Mossos d´Esquadra actuaron de intermediarios para que la situación no fuese a más.

Los agentes ya están ubicados en otras instalaciones tras sufrir “varias horas de acoso”, como apuntan fuentes policiales. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) no ha querido dejar pasar lo ocurrido y ya ha denunciado el “acoso y hostilidad” contra los guardias civiles que está dando lugar a “situaciones muy difíciles en el seno familiar de trabajadores que hace hasta escasas fechas vivían plenamente integrados en Cataluña”.