Milán y Turín, bajo medidas extraordinarias por la contaminación
El tema de la contaminación ambiental está dando de qué hablar por estas fechas, y no son para nada, buenas noticias. Ya Nueva Delhi llegó a alerta de salud pública, ahora son Milán y Turín las que presentan alarmas. La contaminación atmosférica por encima de los límites establecidos durante los últimos cuatro días obligó a las autoridades de ambas ciudades italianas a restringir la circulación de ciertos vehículos.
En Turín se decretó la prohibición de circulación, durante este martes, de los vehículos privados con uso de combustible diesel Euro, gasolina, GLP y metano Euro 0. En Milán la Agencia Regional para la Protección del Medio Ambiente también registró en el área metropolitana un exceso de los límites de Pm10, el cual se refiere a las partículas de polvo que por su fina textura superan los filtros nasales y provocan severos daños a la salud.
Las medidas están relacionadas con un protocolo firmado en el verano último por el Ministerio del Ambiente con los gobiernos de Piamonte, Lombardía, Emilia Romaña y Véneto sobre el bloqueo de los medios de transporte de pasajeros que usan combustible diesel hasta Clase 4, incluidos días festivos. La disposición también limita la circulación de los vehículos movidos con diesel hasta Clase 3, extendido asimismo al uso de sistemas de calefacción con leña, hogueras, cocción a la barbacoas, fuegos artificiales, entre otras medidas.
Según fuentes gubernamentales, en el caso de Milán la normativa estará vigente hasta tanto los organismos de control no registren concentración de Pm10 en los niveles admisibles durante 48 horas consecutivas, por lo contrario de persistir el problema durante más de 10 días las medidas se intensificarán.
Es preciso destacar que causó polémica en los medios de prensa locales la denuncia de la asociación ambientalista Greenpeace, la cual subrayó la emergencia de contaminación atmosférica en Milán sobre todo en las proximidades de escuelas primarias y jardines de la infancia. La alerta se basa en una supervisión de esa entidad que registró en las últimas semanas concentraciones de dióxido de nitrógeno “amplia y consistentemente por encima del valor identificado por la Organización Mundial de la Salud” para la protección de la salud humana, en unas 10 escuelas.
En las áreas cercanas a los centros docentes se recogieron niveles de contaminación de 63.4 microgramos por metro cúbico y hasta 113.7, el más alto, razón por la que Greenpeace solicitó a los alcaldes de las ciudades más afectadas como Roma, Turín, Milán y Palermo, tomar medidas radicales con urgencia.
Lo cierto es que cada vez más es alarmante el asunto de la contaminación ambiental, a mi modo de ver, no han importado (o cumplido) las medidas que por décadas toman los diferentes organismos internacionales que defienden el tema.
