Trump presiona para el rearme de Japón
El presidente Donald Trump instó este lunes en el rearme de Japón y a que ese país asiático compre una cantidad masiva de equipos militares de origen norteamericano. Se trata de un gesto que, según medios de comunicación, podría generar mucha suspicacia no solo en la región, también en un país donde la mayoría de sus pobladores, a través de encuestas, han demostrado sus reticencias para abandonar la política pacifista que mantiene el Estado japonés desde que finalizara del último conflicto mundial.
Tras la cumbre que mantuvo en Tokio al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, este aparentemente también incidió en las posibles adquisiciones, aunque ninguno de ellos habló en detalle ni ofreció cifras ni datos concretos. En reunión con Trump, el jefe del Ejecutivo japonés se manifestó a favor de tener que reforzar la capacidad de defensa de Japón tanto en calidad como en cantidad.
La prensa internacional indica que tras el polémico y sexto ensayo nuclear protagonizado por Corea del Norte, Trump afirmó vía Twitter en el pasado mes de septiembre que permitiría que tanto Japón como Corea del Sur pudieran comprar equipos militares sumamente sofisticados hechos en Estados Unidos. Posteriormente analistas y expertos refirieron que podría considerarse como su aprobación ante una posible carrera armamentística en la región asiática, y que a su vez podría beneficiar en gran medida a las arcas de las distintas firmas estadounidenses que se encuentren implicadas. El propio Trump no negó ese último objetivo, y aseguró que habría beneficios para todos porque se trataría de muchos puestos de trabajo para la nación norteamericana y gran seguridad para Japón.
De acuerdo con el jefe de Estado americano, con el nuevo arsenal que obtenga Japón le sería muy fácil derribar del cielo los misiles norcoreanos, y de así suceder sería una decisión complicada para el ministro japonés, Shinzo Abe, pues la Constitución nipona solo le permite acciones de ese tipo únicamente si los cohetes ponen en riesgo a su población, factor imprescindible que hasta ahora no se ha dado. Aunque todo es posible, los sistemas actuales que posee Japón y que están instalados en navíos del tipo Aegis y baterías Patriot, solo les permitirían destruir un misil si fuera realmente lanzado en dirección a su territorio y no de otro modo como cuando se trata de ensayo militar.
Hasta ahora se ha sabido que Tokio pretende instalar un entramado de defensa antimisil adicional en tierra y para eso habría que comprarle a Estados Unidos un potente radar conocido como Spy-6, sin embargo Washington ha rechazado la transacción.
Trump y Abe concuerdan en la política sobre la crisis de la Península de Corea y el propio ministro japonés aseguró que su país apoya la postura de máxima presión contra Corea del Norte, así como la de mantener todas las opciones sobre la mesa, incluso una posible intervención militar, secundada por Washington. Por su parte Trump se refirió a la postura de Barack Obama como que la hora de la paciencia estratégica se había acabado.
Medios de comunicación manifiestan que el primer ministro japonés pretende aprovechar la nueva orientación política de Trump para consolidar una nueva alianza defensiva y comercial que incluya también a otros países interesados como India y Australia, con el objetivo de crear un poderoso bloque para enfrentar el desafío que supone Corea del Norte y la expansión de China.
Durante una rueda de prensa, Trump y Abe reafirmaron la importancia de la denominada Asociación estratégica del Indo-Pacífico libre y abierto. El ministro japonés expresó que el mantenimiento y la mejora del orden marítimo son importantes para la paz y la prosperidad en la región asiática.
