Los monos reconocen tu rostro
Investigaciones anteriores han revelado que los monos pueden reconocer los rostros de las personas conocidas que diariamente interaccionan con ellos. Sin embargo el mecanismo a través del cual realizan este procedimiento aún no se había comprobado. Recientemente, mediante un estudio de carácter neurológico se pudo analizar este proceso en cuatro monos.
El estudio fue efectuado por dos neurocientíficos de la Universidad de Rockefeller, en Nueva York, Estados Unidos, cuyos nombres son Sofia Landi y Winrich Freiwald. Esta universidad, que anteriormente era solo un instituto y ahora también han incluido la enseñanza como una de sus actividades principales, se dedica fundamentalmente a los estudios biomédicos. La observación se realizó a base de estudios de resonancia magnética, mostrándoles imágenes de personas conocidos y otras desconocidas para los primates. Con este procedimiento los científicos comprobaron que cuando el mono apreciaba fotografías de personas conocidas, ciertas regiones del cerebro se activaban, se iluminaban en la resonancia hasta un 50% más que cuando le mostraban imágenes de rostros desconocidos para los chimpancés.
Según el estudio, las zonas del cerebro que se activaba cuando los monos reconocían a las personas de las fotografías, son la corteza perirrinal y el polo temporal, ambas se localizan en el lóbulo temporal. Esta es precisamente la parte del cerebro que permite el reconocimiento de las caras, ya que permite la realización de tareas visuales complejas y se ubica en la parte arriba y delante de los oídos, ya que también permite el desarrollo de la memoria auditiva.
El reconocimiento facial para los monos es para estos un mecanismo imprescindible, como para muchos mamíferos, ya que gracias a esto pueden identificar las jerarquías dentro de su entorno social y de esta forma evitar algún peligro o enfrentamientos innecesarios con otras especies, lo cual es sumamente importante en su convivencia diaria. De esta manera se espera que este mismo estudio pueda realizarse en seres humanos para verificar si el procedimiento de reconocimiento facial se produce de igual forma que en los primates. Aunque esta posibilidad aún presenta sus dificultades debido a que las aéreas involucradas en este mecanismo se encuentra muy ocultas en el cerebro humano.
