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sábado, 28 de julio de 2018

El primer fracaso de Pedro Sánchez

Por MontseV

El nuevo Ejecutivo socialista está empeñado en acabar la legislatura, pero para ello han de trabajar, dialogar y aprobar leyes en el Congreso, lugar donde están en minoría, y luego en el Senado, donde el PP es mayoría. Hoy tenían el primer gran reto de su mandato, la prueba del algodón. Si pasaban, habría probabilidades de acabar la legislatura. Obviamente, no han pasado. El techo del gasto que el equipo socialista ha presentado a los demás diputados no ha convencido y los mismos que le votaron como nuevo presidente han rechazado su propuesta.

El Ministerio de Economía había aumentado el techo del gasto en 5.000 millones, un 4,4% más que durante el año anterior. Esta cifra es el primer paso que se necesita para calcular los presupuestos, y la negativa de la cámara ante el proyecto retrasa el trabajo de los socialistas, que se han enfadado con sus compañeros diputados.

Los 5.000 se tenían que repartir entre las Comunidades Autónomas (2.400 millones de euros a repartir), 2.400 millones para la Seguridad Social y otros 1.200 millones para el propio Estado. El PP ya ha anunciado que no cuenten con ellos y Podemos, el principal apoyo de Sánchez en la moción de censura que le catapultó al poder, dice que el techo “nace muerto” porque los populares tienen la llave en el Senado. Y que, por lo tanto, no vale la pena votar sí. Ellos, los de Esquerra Republicana y el PDeCat se han ausentado en la votación. Solo el PVN y los propios del PSOE han respaldado al Gobierno.

El escollo del PP en el Senado puede resultar un problema gordo si quieren sacar las cuentas del próximo año. Los socialistas lo saben y amagan con reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria que, aprobada en 2012, determinaba que se necesitaba una mayoría en ambas cámaras para pasar los presupuestos.

Sánchez está jugando a dos bandas ahora. Hace nada prometió a Bruselas que moderaría el gasto, pero sin embargo este ha subido considerablemente; es la mayor subida desde 2014. Confía en que la mejora económica – que ha llegado (lentamente) no de la mano del PP – proporcionará más ingresos a las arcas del Estado y que, de esta forma, se podrá pagar la deuda pendiente.