La ruta balcánica, el infierno de los refugiados
Tras el cierre de la frontera entre Hungría y Croacia este mismo sábado, las condiciones de los refugiados no hacen más que disminuir. Cada mañana los pasos fronterizos amanecen con miles de nuevos solicitantes de asilo que, a causa de los cierres, malviven en los alrededores esperando vía libre hasta Alemania.
Ahora es Eslovenia la que debe lidiar con la crisis humanitaria más preocupante de la última década. Sin embargo, el país sólo admite un número determinado de refugiados y este es muy inferior al que permitía Croacia; por lo que las protestas y las aglomeraciones se han instaurado hasta que se normalice la situación.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) ya ha empezado los trámites para conseguir explicaciones por parte de Hungría y su decisión de cerrar las fronteras, crear nuevos controles y vigilar el tráfico a los países vecinos. La CE recuerda que todos ellos son países que forman parte del tratado de Schengen y que por ley deben permitir la libre circulación de viajeros.