Rebeldes: cuando la disciplina de voto es dogma
Fervoroso sanchista, el secretario general del PSC, Miquel Iceta pone en apuros al PSOE y a la Gestora, que ha trasladado al Rey la intención de abstenerse para facilitar la investidura de Rajoy y terminar con el bloqueo político que se cierne sobre España. El PSC mantiene firme en su “no es no” al candidato Popular, y ha declarado en prensa, redes sociales y en comité que tanto él como sus compañeros socialistas catalanes piensan romper la disciplina de voto. Twitter lo difundió así: “diremos no a Rajoy porque no compartimos sus políticas sociales, acciones contra la corrupción y falta de diálogo con Cataluña”.
Matemáticamente la abstención de la facción catalana no supondría una investidura fallida este sábado. Con el incondicional apoyo de Ciudadanos, Mariano Rajoy solo necesita seis abstenciones para tirar adelante con su proyecto de gobierno. Técnicamente, hay 79 diputados del PSOE que podrían claramente votar en contra, pero la disciplina de voto es dogma en los partidos políticos españoles. Cabe recordad que el PSC no forma parte estrictamente del PSOE, sino que se trata de un grupo soberano construido durante la transición a partir de la mezcla de otros tres grupos de talante socialista.
El líder de la Gestora socialista, Javier Fernández, confía que se mantendrá la disciplina de voto de cara el sábado, porque es “obligatoria” para todos los socialistas. Sin embargo, los siete diputados catalanes no parecen seguir la misma línea editorial que Ferraz y urden un plan para poder votar su ansiado “no”. Según los cuchicheos socialistas, a los díscolos del PSC se les podrían unir algunos sanchistas convencidos que, de seguir con el ejemplo de Pedro Sánchez, podrían terminar expulsados del partido. Pese a todo “el Consell Nacional ha reiterado su voluntad de mantener relación entre el PSC y PSOE”, ha señalado el partido.