Empate inesperado
Por todos es ya sabido que el pasado Sábado se produjo en el Camp Nou de Barcelona un empate en "el clásico" entre entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid. Lo cierto es que el Madrid de Zidane supo mantener el ritmo y jugar de forma adecuada durante la primera parte del partido, lo cual les dió fuerzas y confianza para marcar ese gol que les daría el empate.
Y es que, en esta ocasión, el ambiente en el Camp Nou no estaba tan encendido como otras veces, ya que se notaba algo desganada a la afición del equipo azulgrana, que cantaba en otras ocasiones de forma mucho más animada al ritmo de la megafonía. Sin embargo, la sensación general madridista era de tranquilidad. El equipo estaba bien posicionado en el campo, aunque se echaba un poco hacia atrás, agazapándose de la misma forma que ocurrió en el útimo encuentro contra el Barça. Así, el Barcelona tuvo varias jugadas peligrosas para el equipo contrario, entre las cuales cabe destacar una falta blanda de Messi y un chute de Luis Suárez. Es entonces, cuando a la altura del minuto 25 de partido se notó una recaída del club azulgrana y un avance progresivo del Madrid, que comenzó a intentar jugadas por su banda izquierda.
Sin embargo, fue en el minuto 53 cuando el Barcelona marcó un gol en la portería blanca, remantando Suárez un córner. Es Marcelo, de esta forma, quien saca al Madrid del golpe sufrido por el primer gol en su contra tirando de él por su propia banda y aunque el partido ya hubiese cambiado, la entrada de Iniesta al campo fue celebrada por su afición como si de un nuevo gol marcado se tratase. Fue entonces cuando Busquets, Iniesta y Messi formaron la unidad básica de juego del Barsa, simulando tiempos pasados para el equipo blaugrana. Pese a todo ello, el capitán del Real Madrid consiguió marcar el gol del empate en el último minuto, literalmente.