Trump, sus aliados y las incertidumbres
El presidente de los EE.UU. ofrece su total apoyo a Theresa May durante el proceso de salida del Reino Unido de Europa, en su visita al país norteamericano. Ambos países llegarían a un acuerdo comercial bilateral, una vez salga Reino Unido del mercado común. También los dirigentes mostraron su total compromiso con la OTAN a pesar de las recientes declaraciones de Trump, argumentando que la institución estaba obsoleta. A quién no ha ofrecido el mismso apoyo ha sido a la fiscal general interina de los Estados Unidos, la demócrata Sally Yates, a la que ha fulmidado de su puesto por desafiar su veto migratorio.
Por otro lado, Trump dictó el pasado viernes una orden ejecutiva con carácter inmediato que impide la entrada en el país norteamericano durante noventa días a ciudadanos de siete países musulmanes, incluyendo aquellos que cuentan con permiso de trabajo y residencia en EE.UU (Green Card). No obstante, una jueza del tribunal del Distrito Federal de Brooklyn canceló de forma cautelar la orden, poniendo en duda su constitucionalidad. La nueva medida de Trump, desembocó en retenciones en aeropuertos de ciudadanos procedentes de dichos países y una nueva oleada de manifestaciones en contra de la nueva orden ejecutiva. La medida ha sido criticada también por la canciller alemana o la primera ministra británica entre otros.
En Estados Unidos, el PIB del 4T creció menos de lo previsto y se mantuvo soportado por el consumo privado. La economía creció a ritmos del +1,9% trimestral anualizado frente al +3,5% anterior y por debajo del +2,2% estimado. La demanda interna fue el verdadero motor de la actividad, al aportar el consumo privado 1,7 p.p. al crecimiento y también destacó positivamente la reactivación de la inversión al crecer a ritmos del +4,2% trimestral anualizado. La nota negativa vino del sector exterior al revertir la fuerte subida del trimestre anterior: en conjunto el sector exterior retiró -1,7 p.p. al crecimiento y explicó gran parte de la moderación de la actividad. Todavía en Estados Unidos, se revisó al alza la confianza de los consumidores de la U. de Michigan que en enero se situó en 98,5 desde el 98,1 preliminar. Por otra parte, conocimos los pedidos de bienes duraderos que cayeron un -0,4% mensual, pero que si retiramos los componentes más volátiles (aviones y gasto en defensa) registró un crecimiento del +0,8% mensual y además, se revisó al alza la cifra del mes anterior (+1,5%), siendo acorde con un mayor dinamismo de la inversión.
Trump va a gozar de un contexto económico favorable para llevar a cabo todas sus medidas basadas en la doctrina de "America First". Es muy pronto para dictaminar el impacto de las mismas, pero lo que es seguro es que van a suponer un reequilibro de fuerzas en el comercio internacional. Como todo gran sistema interconectado, cualquier decisión de calado en una parte del mismo va a tener consecuencias en las otras partes, suponiendo un reequilibrio que supondrá una nueva realidad para la parte que inició lo cambios. Veremos si esa nueva realidad será tan positiva para los EE.UU. como la administración Trump predice. Lo que está claro es que ninguna de estas medidas se podrían llevar a cabo sin el contexto de crecimiento económico, pleno empleo e independencia energética de la que gozan los EE.UU., los verdaderos legados de Obama.
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