España no va bien, y sí, hay que hacer reformas
La Comisión Europea advierte a España de que serán necesarias nuevas medidas estructurales de ajuste fiscal, para evitar que la ratio deuda pública/PIB revierta su tendencia y repunte durante los próximos ejercicios hasta alcanzar el 110% en 2027. La Comisión avisa de que la deuda pública española es un desequilibrio de la economía que no se está corrigiendo y basa sus predicciones en varios motivos: la tendencia a medio plazo de la deuda pública sigue siendo al alza, la futura desaparición de las favorables condiciones de refinanciación actuales gracias a la laxitud de la política monetaria del BCE, o el persistente déficit primario del Gobierno entre los que destaca el desajuste en las cuentas de la seguridad Social.
Todos los desajustes de la economía española tienen solución a corto plazo, pero éstos pasan por una redefinición profunda del modelo de estado, y se impone por tanto una segunda transición. El hedor en las instituciones del país ha llegado a tal punto que no es posible afrontar los problemas con los mismos mecanismos y las mismas personas que los han generado. Sólo con una segunda transición que permita a España convertirse en una democracia de mayor calidad, será posible que las personas al mando de las instituciones cambien, y sean éstas las que lleven a cabo las reformas necesarias para tener una separación de poderes real, gestionar en las Instituciones con valores y ética, ajustar todos los gastos superfluos y equilibrar las cuentas de todas las Administraciones. En los próximos años veremos pequeños ajustes y alguna reforma, pero no serán suficientes para que el crecimiento económico perdure y éste se traslade en desarrollo para los ciudadanos españoles.
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