Europa crece, pero ¿llegará a tiempo para frenar el populismo?
Ayer se dio a conocer el PMI para el conjunto de la eurozona, los cuales reflejan una posible aceleración del crecimiento durante el primer trimestre del presente ejercicio hasta el 0,6% inter-trimestral, frente al 0,4% registrado el último trimestre de 2016. De este modo el PMI compuesto del mes de Febrero se elevó hasta los 56 puntos frente al 54,4 del mes anterior y el 54,3 estimado, alcanzando los niveles más altos desde mayo de 2011. Por su parte el PMI manufacturero se situó en 55,5 puntos, frente al 55,2 anterior y los 55 puntos estimados por el consenso. Finalmente, el PMI de servicios llegó hasta los 55,6 puntos, superando por 1,9 puntos la estimación y el dato precedente.
Son buenos datos para la eurozona que ve como poco a poco su economía va cogiendo tracción y esto se convierte en crecimiento económico. Pero si el crecimiento no conlleva desarrollo, este no será capaz de atenuar el clamor de cambio en las políticas económicas y sociales que existen en una parte de la sociedad de los países europeos. La elevada deuda de las principales economías de la eurozona es un yugo demasiado pesado para afrontar reformas que liberen recursos de los estados y se favorezca a los ciudadanos. Pero al final no quedará más remedio que implantar medidas como la renta universal, o simplemente dejar de pagar parte de la deuda, tal y como se presagia que va a ocurrir en Grecia. Europa afronta años cruciales para su consolidación como modelo de sociedad basada en el estado del bienestar. Por el momento todo lo tiene técnicamente en contra. Veremos si la voluntad ciudadana se impone a través de la política, a la realidad económica.