Dulceida es abucheada por sus seguidores
La blogera española fue reprendida por sus fans durante su actuación como Dj en el crucero Desalia Ron Barceló al que fue invitada tras acudir al festival musical Coachella celebrado en California (Estados Unidos). Tras su vuelta a las mediterráneas aguas de Mallorca, la “influencer” alegó cansancio y no atendió a los seguidores que la esperaban el primer día de este recorrido por aguas españolas.
Ser famoso no debe ser tarea sencilla. Siempre de un lado para otro, viajes y más viajes, fiesta tras fiesta, promoción tras promoción… Una vida un tanto alocada que algunos llevan peor que otros. Esta vez ha sido a la bloguera española Dulceida quien ha sufrido las terribles y duras consecuencias de la fama. Abucheada y al grito de “fuera” o “tonta” la recibieron sus fans cuando se subió a los escenarios del crucero Desalia Ron Barceló para hacer de Dj. Pero este altercado no surgió de la nada y la “influencer” debió haber previsto que los actos siempre tienen sus posteriores consecuencias.
La joven, que cuenta con un millón y medio de seguidores en Instagram, acudió como invitada al evento y lo hizo en un vuelo que la llevó directa desde California hasta aguas del Mediterráneo. En el país norteamericana había disfrutado de uno de los festivales de música y arte más importantes del mundo, Coachella, que comenzó el pasado 16 de abril. Y tanto debió de disfrutarlo que llegó a España agotada de tanto trote. Tan cansada dejó el evento californiano a la visionaria de la moda que ni pudo atender a sus fans que la persiguieron por la cubierta del barco durante el primer día del crucero. Y aquello de perdonar pero no olvidar se lo tomaron muy al pie de la letra.
Su actitud no gustó nada a los seguidores de Aída Domenech, nombre real de Dulceida, quienes aprovecharon la noche siguiente para recriminárselo durante su actuación. Entre tanto pitido, una amiga de la bloguera, Gigi Vives, también invitada por su influencia en Instagram; no pudo controlarse y dirigió una peineta al público en defensa de su compañera. Un gesto que, sin duda, sentó muy mal a los allí congregados.