El Atlético afianza el tercer puesto
Un gol de Filipe Luis sirvió para que el Atlético de Madrid consiguiese ayer la victoria frente a la Real Sociedad en el Vicente Calderón. El juego inicial de los rojiblancos se vio tapado por una excelente labor colectiva de juego que noqueó a los vascos hasta los últimos minutos. Los de Eusebio se vinieron arriba en el tiempo final pero los del Manzanares, aunque sufriendo, supieron aguantar el marcador para llevarse los tres puntos y afianzarse así en el tercer puesto de la clasificación.
Los sufridores los llaman. El pupas también. Y es que si hay una cosa que define el sentimiento rojiblanco es el saber pasarlo mal. Evitar ataques al corazón en los minutos finales se convirtió en una tónica habitual en la ribera del Manzanares. Por mucho que el Atlético ya no sea el de antes desde la nueva y exitosa era Simeone, hay una marca de la casa que no se puede perder. Las tradiciones están para cumplirlas y ayer los rojiblancos hicieron sufrir a su hinchada, como no podía ser de otra forma, para acabar brindándoles otra victoria.
Jugaban los del Cholo contra la Real Sociedad y conseguir los tres puntos se planteaba como una misión clave de cara a afianzar su tercer puesto en la Liga que disputan con el Sevilla. El Calderón estaba con los suyos y los rojiblancos salieron con un público volcado que no paró de animar a los suyos desde el primer momento del encuentro. Pero hay veces que los ánimos no son suficientes y el equipo madrileño tardó en reaccionar. Los vascos dominaron los veinte primeros minutos derrochando potencia sobre el campo de juego pero sin llegar a plantear peligro para la portería de Oblack.
Ni Griezmann, ni Torres, ni Carrasco. Fue Filipe Luis quien, como ya hiciese en el encuentro anterior en Málaga, apareció para dar la victoria a los suyos. Tardó el Atleti en generar ocasiones pero a los 28 minutos de juego vio portería tras una pared de Torres y Filipe Luis donde el brasileño se quedó solo ante el portero de la Real para encajar el 1-0 en el marcador. Fue sin duda en hombre del partido y, en sus botas, tuvo al menos otras tres ocasiones más de aumentar el resultado. Todo ello, sumado a su labor defensiva, hicieron que se convirtiese en el centro de los cánticos emitidos por las miles de gargantas reunidas en el Calderón.
El Atlético estaba crecido y lo demostró en lo que quedaba de primera parte. Tuvieron varias ocasiones para rematar el encuentro pero, como marca la casa, sufrieron hasta el final. Tras el descanso el equipo de Eusebio emergió y creó juego que, aunque no llegó a crear claras ocasiones de gol, sí hizo que alguno que otro se plantease el empate. Pero para el sufrimiento el Cholo tiene el mejor remedio. Animó a la hinchada a eso, a animar, y la fuerza de los suyos llevó a mantener el resultado y conseguir así los tres puntos que les afianzan terceros en la clasificación y obligan al Sevilla a raspar algún punto en el Camp Nou.
Fuentes
