El Madrid arrolla en Riazor
Un Madrid plagado de suplentes deleitó antes de ayer en A Coruña donde ganó por 2-6. Morata, James, por partida doble; Lucas, Isco y Casemiro firmaron los tantos de los de Zidane. El Deportivo encajó dos goles que de poco le valieron ante el ataque de los blancos. El Madrid se lleva de Galicia tres puntos vitales en su lucha por el título de la Liga en donde está empatado a puntos con el Barcelona.
¿Qué es la BBC? Eso debieron de pensar ayer los aficionados madridistas que no echaron de menos, ni de lejos, a Bale, Benzemá o Cristiano. Existe otro Madrid. Existe otro Real Madrid. Existe otro equipo capaz de igualar e incluso mejorar la calidad y el juego de los titulares. Muestra de que las suplencias no siempre son malas, ayer el denominado Real Madrid B dio una lección de fútbol a los jugadores del Real Madrid A. Con la boca abierta debieron de quedarse tras ver como sus compañeros firmaban ayer en Riazor un arrollador 2-6 que dejó a los de Pepe Mel con pocas ganas de fiesta.
Oportunidades sin fin rodeaban la portería de los gallegos que a los 52 segundos de partido ya habían encajado el primer gol. La distracción de Arribas le sirvió a Morata para abrir el marcador y abrir lo que sería un deleite futbolístico de los blancos. Hasta seis goles encajó el portero argentino del Deportivo, Lux, a lo largo del encuentro. A los catorce minutos de juego los locales perdían por 0-2 y no había muestras de que la situación fuese a arreglarse. El Deportivo estaba completamente desaparecido hasta que Andone, tras una jugada de Kakuta, disparó a puerta pillando a los de Zidane despistados y marcó el primero para el equipo gallego. Aunque po les duraría la alegría pues menos de diez minutos despés y justo antes del descanso, Lucas haría el 1-3.
Pero el Madrid de ayer era mucho Madrid y tras el descanso no cesó en sus ataques. Primero James, de nuevo, hizo el 1-4 a los sesenta y seis minutos de juego e Isco quiso apuntarse al gol once minutos más tarde. El Depor, a la desesperada, conseguiría hacer el segundo a seis minutos del final del encuentro. Pero ni por esas acortaron los gallegos distancias pues Casemiro serían el último en unirse a la fiesta goleadora de los blancos en el ochenta y siete.