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viernes, 19 de mayo de 2017

Estados Unidos... ¿aliado de Rusia?

Por DesdeCuba

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos no han tenido el giro que se esperaba, teniendo en cuenta los pronunciamientos del nuevo mandatario norteamericano durante su campaña electoral.

Las relaciones entre Rusia y los Estados Unidos constituyen un asunto que afecta a todos los países. Cuando se trata de cambios en las relaciones bilaterales entre las dos potencias nucleares más grandes del mundo, es conveniente prestar la debida atención. Así, las más recientes declaraciones del Secretario de Estado norteamericano parecen indicar un nuevo rumbo.

Durante la campaña presidencial de Trump, este se mostró muy receptivo ante un posible diálogo con Moscú y en varias ocasiones manifestó la necesidad de mejorar el estado de las relaciones bilaterales. Además, sus declaraciones dejaban entrever a un admirador de Putin. Todos los signos durante el período de campaña parecían conducir a la meta planteada por Donald Trump, pero después de su elección, algunos elementos de ese escenario han cambiado.

Según las últimas declaraciones de Rex Tillerson a la cadena televisiva NBC, las relaciones bilaterales entre ambas potencias se encuentran en un bajo histórico, lo cual es una verdad absoluta. Igualmente, añadió que es imposible un “reinicio en este campo”, pues no se puede olvidar la historia entre ambos. ‘‘Considero que términos como tener un reinicio están gastados. No se puede recomenzar. No se puede borrar el pasado. No se puede empezar con un historial limpio. Y no estamos tratando de empezar con un historial limpio’’, fueron las palabras exactas del Secretario de Estado norteamericano.

Además, lanzó al debate el espinoso tema del supuesto espionaje de Rusia durante el proceso electoral de noviembre pasado. A pesar de las continuas declaraciones de Moscú sobre su no intromisión en dicho proceso, personalidades como el Secretario de Estado norteamericano mantienen las acusaciones, aunque no han presentado prueba alguna. Más allá de estas declaraciones infundadas, hay un punto más curioso aun y es que, aunque manifiestan un supuesto hacking ruso, declaran que de ninguna manera esto afectó los resultados de las elecciones. De la misma forma, declaran que no ha sido solo en los Estados Unidos, sino también en otros países ha ocurrido algo similar, quizás refiriéndose a las sospechas que aparecieron durante las elecciones francesas.

Las declaraciones anteriores dejan ver las transformaciones acaecidas al interior del gobierno norteamericano. Al perecer, las aguas han empezado a tomar el nivel por sean cuales sean las razones de los Estados Unidos para este cambio en su política exterior. Lo cierto es que varios de los aspectos más controversiales de la campaña presidencial del magnate newyorkino están demostrando ser solo eso, propaganda política. En especial, se podría hablar de su fobia a los tratados de libre comercio y su supuesto cambio de política hacia Rusia. El primero resulta ser un poco selectivo, pues mientras abandona el TPP (para dar prueba de cuan en serio iba) deja intacto el Tratado de Libre Comercio con América del Norte. Por su parte, en el segundo aspecto, estas recientes declaraciones, la falta de colaboración en Siria y las tendencias de políticos como el Senador Lindsey Graham a favor de incrementar las sanciones contra Rusia, no parecen apuntar en la dirección señalada en noviembre.

Igualmente, suenan un poco irónicas las acusaciones de espionaje contra Rusia. En mi opinión, están jugando una carta poco ética, al fomentar en los medios el supuesto espionaje ruso para encubrir sus propias acciones. En realidad solo intentan hacer olvidar sus grandes escándalos de espionaje, vinculados a la Agencia Nacional de Seguridad, los cuales incluyeron supuestas violaciones a la privacidad de importantes personalidades, como la Canciller alemana Ángela Merkel y Dilma Roussef, expresidenta de Brasil.