La política y los bebés
Por un lado, tenemos problemas de pensiones debido (en parte) al envejecimiento de la población, y por otro lado tenemos las trabas que pone la sociedad a la hora de formar una familia. Con esta idea en mente, el fundador y eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, se presentó en el Parlamento Europeo con su hijo. La fotografía fue publicada en la página del Parlamento Europeo y generó el impacto deseado. Él comentó que quedaba “mucho por hacer para que no sea una novedad”. El problema – como muchos le hicieron notar – es que no todo el mundo puede llevarse al bebé al trabajo. Un usuario tuitero le contestó así de contundente: “esto no es conciliación, esto es alguien que no hace nada en su trabajo y puede estar con su hijo muy contento”.
¿De qué trata exactamente la conciliación laboral? Está claro que no todas las profesiones tienen el mismo grado de flexibilidad, tal y como señalaban los internautas con ironía “los pilotos, los pescadores, los policías, los mineros, los encofradores, los cirujanos, ¡todos se pueden llevar el niño al trabajo!”. La fotografía de Urbán provocó más de 5 mil reacciones en un solo día, pero no es pionero en llevar a su retoño en una institución política. También lo hizo la italiana Lizia Ronzulli en el mismo Parlamento Europeo, o el Premier canadiense Justin Trudeau, que compartió recientemente fotografías con su pequeño acompañándole en el trabajo. O Carolina Bescansa, en nuestro Parlamento español, cuando su bebé hizo las delicias entre las filas de podemos.
Las reivindicaciones son necesarias, pero este no es el tipo de conciliación familiar que debería aplicarse en la sociedad. Horarios más flexibles, permisos de maternidad o paternidad, o subvenciones estatales para ayudar a las familias – especialmente a las mujeres - que quieren tener un hijo y económicamente no pueden por miedo a perder su puesto de trabajo. ¿Es posible para todos conciliar la vida laboral y familiar?